Vuelve la Semana Santa: la Unidad sale a la calle

El barrio de Piedras Redondas, lleno de cofrades para dar la bienvenida a la normalidad

Álvaro Hernández
23:21 • 09 abr. 2022 / actualizado a las 23:28 • 09 abr. 2022

A las 20.30 horas de la tarde de este sábado, 9 de abril, un aplauso rompió un silencio de más de dos largos años



Fue la hora exacta a la que se abrieron las puertas de la iglesia de San Ignacio de Loyola. De protagonista, la primera cruz de guía de la primera cofradía del resto de nuestras vidas: la de la Unidad.



Veinte minutos antes, la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Carmen llegaba tocando al templo jesuita. Tras ellos, Los Iris, tocando Banderita con un ímpetu y alegría propios de lo que era este sábado: el día de la fiesta del reencuentro.



Más aplausos cuando, aún en el interior del templo, el Cristo de la Paz en su Flagelación levantó por primera vez. Y más aplausos aún cuando todo se hizo realidad: el primer paso estaba en la calle y no había forma de dar marcha atrás. 



La devoción popular volvía a estar en la calle y el amor por las tradiciones y la fe, era de nuevo un río. 



Todo fue nuevo. Todo fue lo primero. La primera saeta. Los primeros izquierdos. De la primera cuadrilla. Los primeros capataces. Luis Corpas, Conrado Mohedano, Rafael Morcillo, entre otros. Los primeros. 



Y lo que es más importante: esta fue la primera procesión para muchos. Así, en general. Toda una generación recién nacida no ha vivido una Semana Santa, ni con uso de razón ni sin él. Pero ahí estuvieron la Hermandad de la Unidad y el barrio de Piedras Redondas para ponerle solución a ese entuerto que nos trajo una pandemia de la que ya casi nadie quiere hablar.



Y, en relación con la pandemia y otras cosas de las que nadie quiere seguir hablando, la mascarilla fue un complemento minoritario (sin ser obligatoria en exteriores y como decidido paso hacia la normalidad absoluta).


El palio

Cuarenta y cinco minutos después de que saliera la cruz de guía, salió a la calle otra primera cosa imprescindible en esto de nuestra Semana Santa: nuestro primer palio, el de María Santísima de la Unidad. Y lo hizo con un clásico interpretado por Los Iris, La Saeta.


Y a partir de ahí, la cofradía fue del barrio y las calles del barrio, de Almería: el Sábado de Pasión es el único día del año en el que las distancias hasta Piedras Redondas se acortan (y con más motivo este año): no hay cuesta lo suficientemente empinada ni metros cuando se trata de volver a ver una procesión. 


Y el Domingo de Ramos llegará otra hornada de muchas primeras veces: el primer paso por la nueva carrera oficial, el primer madrugón para ver una cofradía, el primer paso ante la Catedral... Pero nada le quitará al barrio de Piedras Redondas el privilegio de haber sido el lugar elegido por Dios para volver a ver la luz. Esto ya no lo para nadie.


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