Considerada como auténtico arte y motor de un profundo sentimiento espiritual

Turismo y devoción se funden en tierras sevillanas durante una de sus fiestas con mayor arraigo

El \'Cachorro\'.
El \'Cachorro\'. La Voz
Pablo Poza
20:59 • 10 abr. 2022

Andalucía atesora mil y un rincones en los que perderse y pueblos con encanto que te permitirán desconectar en esta próxima Semana Santa. La primavera ha llegado para quedarse y con ella los días más largos y las temperatura agradables que invitan a salir de casa. Es, sin duda, un buen momento para desenterrar deseos aparcados y ponerse en marcha para disfrutar de instantes de paz y tranquilidad.



 



La Semana Santa es la fiesta grande de Sevilla, celebración que alcanza una intensidad, tanto estética como espiritual, única en su estilo. Entre el Domingo de Ramos y el de Resurrección salen a la calle cerca de sesenta cofradías que dan vida a la pasión y muerte de Cristo. Considerada como auténtico arte y motor de un profundo sentimiento espiritual, la Semana Santa en Sevilla constituye un fenómeno complejo, auténticamente popular en el que participa el pueblo entero, sin distinción de clases, pero que es a la vez religioso y artístico, serio y jubiloso, sencillo y voluptuoso.



 



El visitante que se encuentre en la ciudad en estos días sólo debe dejarse seducir por sus propios sentidos, emocionarse con el silencio de una multitud que discurre por las calles y que siempre nos conducirá al discurrir de alguna cofradía, a una salida o a su recogida. Para poder contemplar de mejor modo las imágenes y los pasos es recomendable buscar zonas alejadas de la carrera oficial, por donde pasan obligatoriamente todas las cofradías, camino de la catedral.



 





La luz tenue de los cirios permitirá ver acentuado el barroquismo de algunas imágenes, ya de por sí expresivas y convulsas como la del Cachorro, para muchos una obra cumbre en la representación de la agonía de Cristo. Es quizás precisamente ese día, Viernes Santo, junto al Sábado, el mejor momento para disfrutar de Sevilla. Tras la multitudinaria ‘madrugá’, son los días son más relajados, pero aún llenos de momentos emotivos.


Resaltan por tanto de la Semana Santa sevillana la procesión de La Marcarena y La Esperanza de Triana, que, en este caso, es la única cofradía que realiza doble estación de penitencia, ante la Catedral y en la parroquia de Santa María de Triana. También es digna de destacar La Borriquita, que tiene lugar el Domingo de Ramos y donde llama la atención especialmente la salida, siendo los niños los protagonistas.

 

Es digno de mención el Besamanos del Gran Poder, que comienza el Domingo de Ramos y que acaba el Miércoles Santo. Lo apropiado es visitarlo el mismo Domingo para así comprender de verdad lo que significa para Sevilla la devoción al Gran Poder y de paso cerciorarse de lo profundo de todas estas creencias y de lo alejadas que están del tópico al uso.

 

Cobran especial relevancia la Semana Santa de los municipios de Alcalá de Guadaíra, Alcalá del Río, Carmona, Morón de la Frontera, Coria del Río, Utrera, Écija, Marchena, Estepa, Osuna, Guadalcanal y las Cabezas de San Juan, declaradas Fiestas de Interés Turístico Nacional de Andalucía.

 

Sevilla, ofrece en estos días de vacaciones miles de ofertas culturales, sus pueblos, su gastronomía. Como es el caso de Écija, asentada en la margen izquierda del río Genil, Écija es conocida como la ciudad de las torres, once en total, que parecen clavarse en el cielo si las contemplamos en la distancia. El aroma del azahar en Osuna, se mezcla con el olor a incienso durante la Semana Santa, en la que entre palacios, casas solariegas y conventos, tallas de gran belleza recorren las calles. Estamos en la gran villa ducal de la Campiña, a una hora de Sevilla, que se alza en lo alto de un cerro dominado por su Colegiata renacentista, de la que no hay que perderse sus catacumbas y el sepulcro de los duques de Osuna, conocido como la catedral más pequeña del mundo. O Cazalla de la Sierra, a noventa kilómetros de Sevilla, un precioso pueblo, situado sobre una loma de Sierra Morena, en el Parque Natural de la Sierra Norte, residencia veraniega del rey Felipe V. Da gusto pasear por sus calles con casas encaladas que se mezclan con palacios señoriales, antiguos conventos, fuentes y museos como el Centro de Aguadientes.

 

'Contenido ofrecido en colaboración con la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía'.


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