Algo se cuece en Almería...

La victoria y el ambiente en Málaga recuerdan a las grandes citas del club

Imagen que ha subido Largie Ramazani a sus redes sociales.
Imagen que ha subido Largie Ramazani a sus redes sociales. Twitter
Carlos Miralles
15:37 • 13 feb. 2022 / actualizado a las 15:39 • 13 feb. 2022

Las redes sociales se inundaron de mensajes una semana antes del Málaga-UD Almería. “¿Quién va a La Rosaleda?, ¿llenamos de rojiblanco las gradas?”, fueron algunas de las preguntas entre los propios aficionados del equipo de Rubi, conscientes de que era el día más importante de la temporada. La caravana llegó a tierras malagueñas a lo largo del mediodía, inundando la ciudad y los alrededores del campo de sentimiento rojiblanco e ilusión. Solo era la jornada 27, pero en todas las Ligas hay un punto de inflexión y el del Almería fue el sábado.



Saltaban los protagonistas a calentar y en lo más alto de uno de los fondos ya se dejaban notar los seguidores. Al final fueron más de mil. En el partido caras de sufrimiento que se transformaron con el gol de Umar Sadiq. A partir de ahí el empuje del público llegó al césped; no se podía escapar de ninguna forma la ventaja en el marcador. En muchos momentos se escuchaban más a los almerienses que a los blanquiazules. Comunión perfecta equipo-afición para volver a ganar.



Familia
Pitó González Esteban y los protagonistas se dirigieron a la zona visitante. El jefe de filas fue un Samú Costa que explicaba después en zona mixta que era vital sumar los tres puntos: “Seguimos siendo el mismo Almería humilde y trabajador. Somos una familia y lo demostramos con nuestra gente, que se merecían una noche especial”.



Mientras la plantilla se duchaba, en La Rosaleda rugía el himno del Almería, cantado ‘a cappella’ por el millar de aficionados. Bufandas bien extendidas, gargantas al límite, algunas lágrimas de emoción... Lo de La Rosaleda quedará grabado en el corazón de muchos.



La fiesta debía tener un final grande más allá del marcador. Samú Costa y Umar Sadiq, entre otros, volvieron del vestuario al césped para continuar cantando y botando con los rojiblancos. Los ánimos continuaron en los exteriores del campo antes de volver a Almería. Como ocurriera en La Condomina ante el Ciudad de Murcia en 2007 -gol de Míchel de penalti-, o en El Madrigal en 2013, haciendo piña para el Play Off, toda una provincia se ha dado cuenta de que el premio de ser de Primera es enorme. Partidos que marcan tendencia, que a buen seguro provocarán que el domingo haya una entrada impresionante en el Mediterráneo frente al CD Mirandés.



Unidos
Tampoco es habitual que Rubi salga en la foto de grupo en el vestuario. Mohamed El Assy y Mostafa Yilmaz, de la directiva, y el entrenador, posaron con los futbolistas en una imagen que también quedará en los archivos de la historia. Esa comunión equipo-afición no se recordaba desde el último ascenso o la permanencia de Córdoba. Por noches como la de Málaga vale la pena ser del Almería. Un pasito más para ver al club entre los grandes.





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