Los profesores quieren que el móvil se prohíba en los centros

El consejero de Educación ha pedido que la comunidad educativa analice su utilización

Los móviles en los centros escolares pueden ocasionar conflictos.
Los móviles en los centros escolares pueden ocasionar conflictos. La Voz
Miguel Cabrera
07:00 • 02 mar. 2020

La imagen de un grupo de jóvenes que no hablan entre sí, utilizando sus móviles y comunicándose, quizás entre ellos mismos, por este aparato no es una leyenda urbana, sino una realidad que constatan a diario los profesores de centros donde se permite su uso durante los recreos. 



Ante estos hechos, y también como consecuencia de otros riesgos añadidos, la Comunidad de Madrid ya ha anunciado que a partir del próximo curso ordenará que la prohibición de utilizar el móvil se extienda también al tiempo del recreo en todos los centros educativos de la región. Todo ello también ha llevado recientemente a la Junta de Andalucía y al consejero de Educación, Javier Imbroda, a instar a la comunidad educativa de las ocho provincias a abrir un debate sobre la regulación del uso del móvil en los colegios.



"Estamos en pleno debate y queremos como siempre escuchar las opiniones de la comunidad docente", ha dicho el consejero, que ha añadido que es un instrumento que "a veces puede ser útil y otras veces no".



El titular de Educación ha considerado este debate como muy interesante y ha sostenido que no existe una fórmula mágica, por lo que ha apelado a que la comunidad educativa y las familias se pronuncien "porque esto no pasa solo en los centros educativos, sino también en un consejo de administración o en un almuerzo". Este periódico ha querido también tomar el pulso a la comunidad educativa local, en la que los profesores han respondido de forma  unánime a favor de la prohibición del uso libre del móvil en los centros de la provincia, incluidos recreos. 



Convencidos



Son los profesores quienes están mas convencidos de ello y quienes creen que el uso indiscriminado de estos dispositivos no aportan nada positivo, aunque comparten con los padres la idea de que los modernos teléfonos también disponen de aplicaciones y usos que pueden resultar muy positivos y que pueden ser útiles para el aprendizaje y la educación mediante un uso adecuado y moderado. Son los  padres quienes muestran reticencias a la prohibición, aunque en líneas generales también están de acuerdo con que solo deberían ser usados en los colegios e institutos cuando los profesores los consideren necesarios para el aprendizaje de sus asignaturas. 



En cualquier caso, la propuesta del consejero no ha caído en medio de un desierto, puesto que este debate ya estaba abierto, de hecho, en el mundo de la enseñanza, y ha dado lugar a conferencias, charlas y congresos en los que se ha puesto sobre la mesa, también entre sindicatos, organizaciones de profesores y asociaciones de padres. 



El sindicato ANPE, por ejemplo ha elaborado un decálogo del buen uso del móvil y las redes sociales en los centros educativos, como indica su presidenta en Almería, María del Mar Golbano.


Ella defiende a ultranza la prohibición, y habla de “tolerancia cero”, especialmente en el marco de la lucha contra el acoso y la violencia escolar, algo para lo que el móvil también se ha mostrado como un arma muy de doble filo. Por su experiencia, está demostrado que hoy por hoy los niños y adolescentes no están preparados para hacer un uso adecuado del móvil, “de forma que, si los tienen  en los recreos no se relacionan entre ellos, no juegan, y ni siquiera desayunan porque les absorbe totalmente”, expone.


La apuesta de los padres

Pedro Jesús Ayala, director del CEIP Francisco de Goya, también dice taxativamente que en este nivel educativo, aunque muchos niños tengan ya estos aparatos desde su Primera Comunión, no debe permitirse el móvil, “salvo para contadas actividades concretas y programadas”. De hecho, aunque los centros tienen autonomía, la  mayoría lo tienen prohibido.


Pero también en muchos centros almerienses ya está prohibido terminantemente. Es el caso del Colegio Portomagno de Roquetas, que ha establecido un sistema de ‘castigos’ gradual, de forma que si se encuentra un móvil a un alumno, se le quita y se le entrega al padre. Y si  el mismo alumno repite, se le requisa y ya no se le entrega hasta final de curso, como informa su director, Juan Padilla. Él tambiénpiensa que deben estar prohibidos tanto en Primaria como en Secundaria, porque “las relaciones sociales desaparecen” con ellos.


Amparo García, directora del IES Aguadulce , también es partidaria de esta prohibición, algo que se consensúa en los centros a través de los consejos escolares. A su juicio, son los padres los que plantean más oposición a la prohibición, “porque quieren tener localizados a sus hijos durante las 24 horas, aunque los centros ponen a su disposición sus teléfonos ”. Y en los casos en los que no esté prohibido, como sucede en su propio centro, ella plantea la idea de que los centros pongan en marcha “recreos inclusivos”, con actividades para que los estudiantes puedan estar ocupados en otra cosa que no sea el móvil. En el IES de El Alquián, en cambio, se aprobó por unanimidad la prohibición absoluta de introducir móviles o cualquier otro dispositivo electrónico en el centro, como dice el profesor Juan Palenzuela, quien además se muestra totalmente de acuerdo con la medida. 


Útiles

Los padres consultados no apuestan tanto por la prohibición como por la necesidad de regular el uso de los dispositivos, como dice María del Carmen Matillas, presidenta de Fapace (Familias de alumnado de centros educativos) en Almería. Y es que, a su juicio, los móviles, además de permitir a los padres estar en contacto permanente con sus hijos, pueden ser también muy útiles para la educación si se utilizan de forma adecuada, controlada, responsable y de la mano de los profesores. “No parece muy adecuado prohibir algo que todo el mundo usa hoy en día”, dice. 


En términos similares se expresa María Paúl Rodríguez, presidenta de la AMPA del IES de El Alquián, quien cree que no se debe prohibir, sino impedir su mal uso. Y añade que las medidas impuestas en el centro pueden ser demasiado duras: “A los niños les quitan los móviles, los castigan sin recreo y luego tienen que ir los padres a por los aparatos, como si hubieran cometido un crimen”, se queja. Aunque también asume que los padres deben contribuir a que los niños hagan un buen uso de los dispositivos.


Por su parte, Nuria Palomino, presidenta de la AMPA del CEIP Teresa de Jesús de Santo Domingo, en El Ejido, incide en la necesidad de educar a los hijos en el uso del móvil, pero también a los padres, puesto que, como se ha podido constatar en su centro, tampoco  han demostrado un buen uso, por ejemplo en los grupos de wasap creados para controlar las actividades de sus hijos, en los que han surgido problemas. “Si padres y madres no saben dar un uso correcto, no es  extraño que los niños tampoco lo hagan”, dice. De ahí a que la asociación organizara una charla formativa para las familias, en la que se les instruyó sobre el ciberacoso y el ‘sexting’, entre otras cuestiones.


Protocolo de acoso hacia maestros

Para ANPE, la prohibición en los centros de Primaria no se debería siquiera cuestionar, y tampoco en los primeros años de Secundaria, pues su uso ya ha originado graves problemas en algunos centros de Almería, hasta el punto de que en cursos pasados alumnos llegaron a grabar a profesores y a difundir sus imágenes en las redes sociales, algo que se llegó a poner en manos de la Inspección Educativa, que abrió un protocolo de acoso hacia esos maestros y el caso se llevó también al Defensor del Profesor. Pero la presidenta del sindicato de educación enAlmería también piensa que no debe permitirse el uso en los centros en niños de tercero y cuarto de ESO y Bachillerato, “porque parece haberse demostrado que supone un freno a las relaciones sociales de los adolescentes y jóvenes”.


 


Temas relacionados

para ti

en destaque