La caja escénica del Auditorio de El Ejido se transformó en un auténtico espacio gastronómico romano, donde medio centenar de personas disfrutaron de un recorrido por los sabores y aromas de la cocina del siglo I a.C. 

La actividad formó parte de la programación de la Unidad de Patrimonio del área de Cultura del Ayuntamiento de El Ejido, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de Patrimonio Mundial.

Bajo el título ‘De Iberia a Hispania’, y de la mano de Arqueogastronomía, los asistentes pudieron conocer cómo se producían, preparaban y comercializaban los alimentos en aquella época, combinando historia, cultura y gastronomía. 

Menú degustación típico romano

La actividad fue guiada por Manuel León, CEO de Arqueogastronomía y especialista en alimentación histórica, quien explicó cómo los romanos incorporaron nuevas técnicas e ingredientes a la dieta de los pueblos íberos, utilizando productos característicos del Imperio Romano como aceites de oliva hispanos y de Dalmacia, garum sociorum, vinos itálicos, animales y vegetales apreciados y especias costosas, todos ellos preparados con cuidado para buscar el equilibrio, la contundencia sensorial y la palatabilidad de cada plato.

Durante el almuerzo, los asistentes degustaron embutidos y quesos elaborados según tradiciones antiguas que mostraban el uso de la sal y el curado como técnicas de conservación, y una crema de lentejas con castañas que combinaba legumbres y frutos secos con textura cremosa y sabor equilibrado. 

También pudieron probar un plato de caballa, único en el recetario romano antiguo por utilizar este pescado como base y preparado de manera que resaltaba su sabor natural con la condimentación típica de la época, un plato de carne con base de trigo que combinaba proteínas animales con cereales reflejando la dieta cotidiana de las clases acomodadas y la creatividad culinaria romana, y un dulce de pimienta que sorprendió por su contraste de sabores combinando dulzor y especias según la tradición de la repostería romana destinada a los paladares más exigentes. 

Cada plato permitió a los participantes experimentar la sofisticación de la cocina romana y comprender la relación entre la gastronomía y la vida cotidiana, mientras que los vinos, elaborados con uvas antiguas fermentadas de manera natural siguiendo técnicas históricas, impregnaban de aroma y sabor la experiencia, tal como lo hacían en la época romana, donde el vino era un elemento social y cultural esencial.

Más allá de la degustación, los asistentes aprendieron sobre la producción, el comercio y el consumo de alimentos en tiempos de Roma, y pudieron apreciar cómo los romanos perfeccionaron técnicas e incorporaron ingredientes locales. La actividad combinó historia, cultura y gastronomía, haciendo que los sabores del pasado cobraran vida de manera tangible y educativa. 

Esta iniciativa reafirma el compromiso del Ayuntamiento de El Ejido con la divulgación del patrimonio cultural y gastronómico, ofreciendo a vecinos y visitantes una experiencia única que mezcla aprendizaje y disfrute sensorial.