El sector turístico almeriense se halla en una espiral de descensos paulatinos en los resultados que ha provocado que pierda puestos en el ranking regional hasta el punto de que en unos pocos años ha pasado de puestos relevantes como el tercero o el cuarto, a ser en la actualidad el séptimo destino turístico de la región, sólo por encima de Jaén, provincia que ya incluso le pisa los talones a Almería.

A estas alturas parece determinante el hecho de que el turismo clásico, el de ‘sol y playa’, ha dado mucho de sí, pero parece incapaz de protagonizar fuertes incrementos en sus cifras porque la competencia aumenta tanto en el resto de España como en destinos cercanos situados en el Mediterráneo oriental o en varios países del norte de África.

Los nuevos recursos

Pero mientras que provincias como Córdoba, Sevilla, Granada e incluso Jaén han potenciado de una forma notable otros segmentos turísticos, en el caso de Almería las alternativas no acaban de desarrollarse. Las capitales andaluzas han hecho valer en estos tres últimos años su patrimonio y sus recursos para el desarrollo de un turismo urbano y sobre todo cultural potente que atrae a miles de visitantes.

Además de las capitales, localidades como Úbeda, Baeza, Ronda o Antequera, entre otras, han sabido promocionar adecuadamente sus patrimonios y su oferta cultural para sacar más partido del segmento turístico.

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