El colectivo más azotado por la actual crisis es el que está formado por desempleados que buscan trabajo una y otra vez y no lo encuentran, son los llamados parados de larga duración. Su cifra en la provincia de Almería se ha multiplicado por cinco, desde que empezaron a atisbarse los primeros síntomas de crisis allá por 2007 hasta el presente 2012.

Según datos del Observatorio de las Ocupaciones, SEPE, en febrero de 2007 se contabilizaban a nivel provincial 6.208 desocupados de larga duración. Sin embargo, con datos de febrero de 2012 su número ha subido exponencialmente hasta los 28.133, reflejo del deterioro creciente del mercado laboral en Almería.

Según la estadística del SEPE, no es posible deducir si se ha tocado fondo o aún no, ya que la cifra de almerienses que pasan a formar parte de este colectivo, especialmente desfavorecido, crece de forma constante con un preocupante recrudecimiento durante los últimos dos años. La serie es la siguiente: 6.208 parados de larga duración en 2007; 6.783 en 2008; 10.011 en 2009; 19.878 en 2010; 24.888 en 2011; y los 28.133 ya nombrados, hoy día.

“En 2008, por ejemplo, los parados de la construcción todavía no venían a pedir asesoramiento porque aún había trabajo y se podía buscar; pero ahora en 2012 todo ha cambiado, el personal que viene a nosotros está más desesperado, pero al mismo tiempo más motivado para la búsqueda de trabajo”, describe Mariano Ripoll, que es técnico en El Ejido del servicio Andalucía Orienta, que es una red del SAE dirigida a asesorar y apoyar a los parados en su reinserción laboral.

Ripoll tiene a diario un trato cercano y directo con los parados con más dificultades: “El perfil medio de este colectivo de desempleados de larga duración es el de un varón mayor de 45 años, que proviene de la obra; pero también en mujeres encontramos a administrativas mayores de 45 años, sin idiomas y sin dominio de las nuevas tecnologías que se sienten desplazadas por las nuevas generaciones más formadas”.

Larga y muy larga duración

En realidad, se distinguen dos subgrupos dentro de este colectivo de parados: los de larga duración y los de muy larga duración. Los primeros son aquellos que llevan más de un año en paro y los segundos más de dos años. En 2007 y 2008 los parados que acudían a cualquiera de la treintena de puntos de asesoramiento de Andalucía Orienta lo hacían con la creencia de que la crisis era cosa pasajera. “Por eso, demandaban más trabajo que formación”, explica Ripoll, “pero ahora han visto que la crisis no termina, que no se sabe cuándo va a acabar, que se prolonga, y por eso nos piden formación”.

Los parados españoles de larga duración habitualmente son almerienses sin estudios primarios, con dificultades para las nuevas tecnologías, y que solo han trabajado en un sector. Por ejemplo, la construcción. “Todos hacen formación; además, durante 2012 la Junta tiene ofertados 513 cursos de formación profesional para el empleo, son muchos cursos y muy variados, a diferencia de lo que había antes de la crisis”, añade.