A escasos cincuenta metros del popular Paseo de Almería, se alza una histórica vivienda digna de otra época señorial. En concreto, lo hace en la céntrica en la Calle Castelar, número 6. Con una nada despreciable superficie construida de unos 394 metros cuadrados y una parcela de 209 metros cuadrados, sorprende por sus vistas gracias a sus ocho balcones al exterior, lo que le confiere unas estancias caracterizadas por la luminosidad del lugar.

A todo ello hay que sumarle que existe la posibilidad de construir una planta más y un pequeño ático, lo cual puede suponer una inversión en cuanto a alojamiento turístico se refiere. Otro punto a tener en cuenta es que cuenta con tres locales a pie de calle, aunque a decir verdad, su punto fuerte reside en la fachada protegida, debido a su valor histórico, cultural y artístico en la capital almeriense.

Otra de las características a tener en cuenta es que su fachada construida en 1919 de estilo modernista se encuentra protegida debido a su valor histórico, cultural y artístico en la capital. Ahora bien, su precio en el mercado inmobiliario no está al alcance de cualquiera. En concreto, adquirir el edificio supone desembolsar a día de hoy 629.000 euros. Ademas, a todo ello habría que incluirle gastos de notaría y registro.

El auge de las casas señoriales en el centro

Para comprender mejor esta casa, es útil saber un poco de la calle donde está. La calle Castelar fue denominada así en 1899, en homenaje a Emilio Castelar, presidente de la Primera República española. Ha sido, durante décadas, una calle importante del centro comercial y urbano de Almería, cercana al Paseo y al Mercado Central.

Durante los siglos XVIII y XIX, especialmente con el auge económico por la minería y el comercio, la ciudad vivió un resurgir urbanístico. Fue entonces cuando se construyeron muchas de las casas señoriales que hoy se conservan en el casco histórico de Almería.

Visten fachadas ornamentadas, con elementos barrocos y neoclásicos, a lo que se suman balcones con rejería de forja y grandes portones de madera. En ocasiones, también encontramos patios interiores con columnas y con decoración mudéjar o modernista. En algunos casos, también se pueden apreciar escudos nobiliarios en las fachadas, indicando la importancia de la familia propietaria.