El Gobierno culpa a la Junta del precio del agua y justifica el apoyo a otras regiones
Los agricultores almerienses sufren los precios más altos y pierden competitividad

Desaladora de Carboneras.
El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) culpa a la Junta de Andalucía por el elevado precio del agua desalada en la provincia de Almería.
Los precios para el consumo de riego, vital para la supervivencia del sector agrícola, motor de la economía almeriense, duplican los registrados en la Región de Murcia, lo que provoca el malestar de los productores.
El Mapama justifica las ayudas otorgadas a Murcia y señala a la Junta de Andalucía. El Gobierno señala que las ayudas a la huerta murciana se benefician del decreto (nacional) sobre la sequía, que apoya a los agricultores afectadas por la situación de la cuenca del Segura. El decreto se publicó en mayo de 2015.
Fuentes del Ministerio explican que “el Gobierno está actuando sobre el precio del agua desalada en una doble dirección; por un lado, y de modo excepcional mientras dure la situación de sequía, apoyando el precio del agua desalada al amparo de las facultades extraordinarias para del Real Decreto de sequía de 2015, y por otro lado, aumentando la producción”.
“Si conseguimos seguir aumentando la capacidad de producción de las desaladoras, dentro de criterios de sostenibilidad medioambiental y hasta donde sea legalmente posible, mejoraremos el precio y reduciremos el coste del agua de todas las desaladoras”, argumentan desde el Ejecutivo.
Un precio único
No obstante, los datos aportados por la Federación de Regantes de Almería (Feral) manifiestan una brecha de precios que merma considerablemente a los agricultores almerienses frente a sus compañeros de otras zonas del país y no solo de la Región de Murcia.
Esto es, mientras en el centro y el norte del país se pagan entre 3 y 5 céntimos el metro cúbico, en Almería el precio oscila entre 20 y 60 céntimos. Esta última cantidad, la más elevada, procede del agua desalada.
Feral considera que existe un agravio comparativo y critica que el Gobierno castigue a los productores más eficientes en el cuidado del agua (la utilización del riego por goteo es prácticamente total en el campo almeriense frente al 30 por ciento en otras zonas).
Los regantes apuntan la necesidad de establecer un precio único para el agua que iguale las condiciones de competitividad del sector agrario. El Ministerio, por su parte, alega que “la mayor parte de la provincia de Almería” está sujeta a la Cuencas Mediterráneas Andaluzas, es decir, a competencias autonómicas.