El aficionado del Real Zaragoza espera el partido como la gran oportunidad de poner fin a la mala racha de marcadores, y en el Almería una piedra de toque que mida la reacción en las últimas semanas, con dos empates y una victoria en el bolsillo. Raúl Agné se sentará en el banquillo local. Natural de Mequinenza (Zaragoza), tendrá a unos metros a Fernando Soriano, de Alfamén. La familia del preparador rojiblanco asistirá al encuentro, pero en esta ocasión no le verán vestirse de corto, sino sentarse en el banquillo como entrenador. Por su parte, Agné recordó en su presentación su etapa como jugador: “Era muy temperamental, y con el paso de los años fui aprendiendo muchas cosas de la vida y del fútbol”. El Almería se vino de vacío la pasada campaña de La Romareda, con un gol de Leandro Cabrera en tiempo de descuento.

Ahí empezó la caída en picado y no se levantó cabeza hasta las últimas cuatro jornadas. Los Zaragoza-Almería suelen ser duelos de máxima intensidad.