El Almería cosechó su primera derrota en casa de la temporada al caer ante el Tenerife gracias a un gol en propia meta de Ximo Navarro en el tramo final del encuentro en el Mediterráneo.
Si los partidos de fútbol se sentenciaran a los puntos, es decir, por los méritos contraídos por los equipos contendientes, el autogol de los almerienses lo único que hubiera hecho sería dictar una justa sentencia a favor del que más lo mereció.

Pero en el fútbol ni los resultados ni los goles se merecen, los primeros se conquistan y los segundos se realizan. Y la verdad es que unos y otros ofrecieron un festival de pifias defensivas y de marrar ocasiones diáfanas de gol en el Mediterráneo. 
Desde el primer momento se puso de manifiesto que Martí, técnico visitante, había hecho los deberes. Dispuso una presión adelantada que anuló la salida de balón por parte de los locales y convirtió el partido en un monólogo chicharrero en todos los aspectos. Nada más iniciarse el duelo Germán cabecea en el primer palo un saque de esquina y su remate se estrella en el palo de la meta de Casto. 
En la primera media hora el juego se desarrolla en las tres cuartas parte de campo más próximas a Casto y las llegadas de los tinerfeños por las bandas, sobre todo la izquierda con Amath, se suceden, aunque la falta de precisión salva a los almerienses.

Ocasión  
No obstante Morcillo tiene que hacer de tarzán para evitar una internada de Cámara y un remate de Vitolo, con la ayuda de Casto. 
A este susto visitante responde el cuadro local su mejor acción de ataque de este periodo. Preciso cambio de juego de Corona a Puertas y éste, tras superar a tres contrarios, no puede hacerlo con el portero, Quique estaba solo. Se cierra este primer periodo con dos claras ocasiones mal rematadas por Aitor y Lozano. De salida pudo cambiar el signo del partido cuando un centro de Ximo no pudo enviarlo a la red Puertas, completamente solo y con Quique detrás. Antes del minuto 10 se le ofrece la segunda oportunidad de los locales, que habían pasado de dominados a dominadores, pero el remate de Pozo, sólo en el punto de penalti, se le fue al electrónico.

Reacción sin remate
El partido se rompe en su última media hora con llegadas de ambos equipos a las inmediaciones de las áreas rivales, pero sin inquietar seriamente a los cancerberos.
Y en esas estaba una contienda que parecía ir encaminada al empate sin goles cuando una acción desafortunada de Ximo Navarro hizo subir el gol al casillero visitante y con él los tres puntos, en la primera derrota como local de Soriano en el Banquillo.
Hasta el final del partido, con la aquiescencia del colegiado, se jugó muy poco y en lo poco que se jugó el Almería tampoco propuso.