El Almería tiene una nueva oportunidad de romper la racha tan negativa de partidos sin lograr la victoria, que data de inicios del mes de septiembre si se mira a los duelos en el Mediterráneo y del mes de febrero si de vencer fuera se trata. El Almería no encuentra su nivel de juego y da la impresión de ser un equipo sin identidad. 
Sigue sin tener equilibrio porque con Carrillo encaja poco, pero marca menos. Pese a llevar más de un mes en el banquillo el dilema sigue siendo qué piezas debe de poner en el tapete el técnico catalán para encontrar no ya el camino para jugar bien, algo que se intuye realmente lejos a día de hoy, sino de ganar un partido y creerse un poco más que se puede mejorar esta situación.
La afición espera, cada vez con menos convicción porque jornada tras jornada sigue decepcionando, la reacción de su equipo y esta noche estará pegada al televisor para ver si son capaces de dar la sorpresa y conseguir el primer triunfo de la era Carrillo y el primero de toda la temporada fuera del Mediterráneo. Se trata simplemente de que esta noche el Almería pueda ver la luz del final de túnel en el que se haya atrapado. Para conseguirlo tendrá que tomar al asalto a la antigua ciudad romana de Tarraco, hoy Tarragona. Los pronósticos están a favor del Nástic de Tarragona que avala su condición de favorito en la abismal diferencia que existe entre ambos cuadros en la clasificación. El conjunto catalán es cuarto con 25 puntos, casi el doble que los rojiblancos que son últimos con 13.

Dubarbier El Almería realizó ayer a partir de las seis de la tarde el último entrenamiento de la semana en el campo principal del Estadio Mediterráneo, a puerta cerrada, como último ensayo para el choque de esta noche (20:15 horas / Canal + Liga 2) ante el conjunto nastiquero.