Acabó el España-Georgia, y Rubén Duarte Sánchez atendía a los medios de comunicación en la zona mixta. Mientras, su familia cenaba en un restaurante cercano al Tryp, esperando a que el futbolista llegara al hotel. Padres, hermanos, mejores amigos... Todos quisieron despedirse de un futbolista que se ha hecho un hueco en el corazón de muchos almerienses. En el hall, y sentado en uno de los sillones, esperaba Duarte a sus familiares. El primero en llegar fue su mejor amigo, Javi Domínguez, y luego su hermano Manolo.

Algo más de una hora compartiendo impresiones del partido, anécdotas que contaba su padre, Manolo, y su madre, Carmela, leyendo una vez más los ejemplares de LA VOZ, que Rubén se llevó como recuerdo de su paso por su tierra vistiendo la camiseta de la Selección Española. Su agente, Francis Martín, viene dándole buenos consejos desde pequeño para que siga el rumbo correcto en su carrera deportiva.

Un tipo amable, sencillo y humilde que sabe rodearse de buenas personas. Su sobrino, Manu, lo es todo para él. Todo un orgullo para Almería tener en la ‘Rojita’ a Duarte.