Cansado de ver lo mismo que ustedes, hoy me quiero referir al pan nuestro de cada día. Cansado de ver al Granada jugar como siempre y ganar dos partidos como nunca. Cansado de ver al Depor sumando cariños nacionales (el último en San Mamés) que no comprendo, les quito solo unos instantes de su tiempo.

Miren, vamos a dejarnos de gaitas y seamos claros a la hora de valorar el partido de hoy. Alfonso, cuando ficha pone en los contratos una cantidad para Primera y la mitad para Segunda. Queda claro ¿no?

Y eso es lo que hoy tienen en juego los profesionales del Almería. El pan de sus hijos. No por ello se juega mejor o peor. No vale lo del cuchillo entre los dientes. Es solo un recordatorio para aquellos que lo olvidan. Nadie se juega tanto como ellos.

Al que termina contrato igual no le preocupa tanto, pero aquellos que firmaron dos o tres ligas, ya me contarán si bajan a Segunda.

El presidente no se esconde y los jugadores tampoco. Aquí todo está muy claro y ganando no se asegura matemáticamente nada pero pone el Almería en jaque a sus rivales a los que no les dejaría margen.

A nadie le gusta que jueguen con el pan de sus hijos y el fútbol a veces tiene situaciones como la de hoy, donde unos hablan de tres millones de euros para la entidad por ir a Europa y otros (que no dicen ni pío) se juegan unos euros que son el pan nuestro de cada día.

En este fútbol desorientado que lucha por pagar menos impuestos hay profesionales como los del Almería que se juegan su pan.




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