El Almería comenzó con buen pie su cuenta atrás por la permanencia. Para conseguir eludir el descenso los rojiblancos necesitan hacer cuatro puntos en cada uno de los cuatro ciclos de tres partidos en que se dividen los 12 últimos duelos del campeonato liguero.
El pistoletazo de salida fue el duelo ante el cuadro castellonense que se saldó con un punto, que no era el botín soñado pero el que dejaba las puertas abiertas para lograr tres más en los dos próximos compromisos de los almerienses.

El próximo sábado en Bilbao ante el Athletic y el sábado de gloria, después del parón de la Liga para que la selección dispute un partido oficial y otro para llenar las arcas de Villar, recibiendo en casa al Levante de Alcaraz. Además de la vuelta al once titular de Michel y Thievy, ausentes por sanción ante el Elche, el Almería presentó una novedad, reclamada desde casi todos los ángulos por medios y aficionados: la presencia de Thomas en la medular formando pareja con Verza.
El futbolista cedido por el Atlético dotó al centro del campo de una viveza, un poder de recuperación, una intensidad defensiva y un poder de recuperación que Corona no puede aportar ni por sus cualidades ni por imperativo de la edad.

Uno de los mejores equipos de la Liga apenas si inquieto el marco de Julián y la segunda linea del submarino apenas si vio el rostro del meta almerienses. Sólo al final Pina tuvo una opción. La expulsión del central argentino Mauro Dos Santos, obligada tras la pérdida de Miguel Ángel Corona en el centro del campo, propició la vuelta de Fran Vélez que volvió a ofrecer su mejor versión.

Sin gol El Almería está divorciado con el gol. Hemed está atravesando una la racha y Juan Ignacio martínez no es capaz de encontrar una alternativa en su plantilla.