Un Atlético, cosido a tarjetas
Más del 30% de las tarjetas vistas en Liga en esta campaña no son por entradas al rival

El castellano-leonés, González González, enseña los dientes al capitán Gaby.
El Atlético de Madrid no es el mismo equipo que el de la temporada pasada. De eso no hay demasiada duda. Y no lo es porque ha sufrido muchos cambios de jugadores respecto a la campaña pasada (hasta cuatro titulares habituales y más de diez incorporaciones en el mercado de fichajes). Siendo así es evidente que no se puede exigir el mismo nivel competitivo, ni de juego, ni siquiera de estilo. El Atlético del curso pasado se caracterizó por su alta intensidad y salida fulgurante al contragolpe, amén de su destreza en las jugadas a balón parado.
El de esta temporada, en palabras de Simeone, busca más combinación aunque mantiene el acierto desde la pizarra y la misma intensidad. Claro, la respuesta no es la misma. Mientras en el curso anterior estaba muy junto en las líneas, en la presente se ha desajustado algo en este sentido. En los 60 partidos de la 13-14, el Atlético vio 153 amarillas y cinco rojas (sin contar las del cuerpo técnico). Es decir, en todo el curso, 2,6 por encuentro. Pues bien, a falta de tres meses y medio para la conclusión de la presente campaña, la 14-15, el Atlético ya ha recibido las mismas rojas (tres en Liga y dos más en la Copa del Rey) que en todo el curso pasado. Asimismo, el equipo rojiblanco de esta temporada ha superado ya de largo el centenar de tarjetas entre todas las competiciones. En total lleva 117 amarillas (más las cinco expulsiones referidas). Y eso, cuando aún restan al menos 17 partidos de competición (15 de Liga y dos de Champions) e incluso alguno más si los de Simeone sigue avanzando. Si hacemos una proyección del ritmo de amonestaciones que está sufriendo el Atlético en esta temporada nos encontramos con que, de seguir así, el equipo colchonero superaría las 200 tarjetas en la temporada, entre todas las competiciones, amén de sufrir dos o tres expulsiones más antes de que se cierre el telón de la presente campaña.
Dos visiones
Hasta ahí los números. Lo siguiente son las explicaciones. Para los detractores del estilo rojiblanco, está clara cuál es la razón, la tan manida campaña de que el Atlético roza la ilegalidad, lo de violentos y tal. Para los que no ven así, la explicación es que la campaña lanzada por medios de comunicación y rivales (especialmente los que han tenido que competir por títulos con el Atlético) ha calado. Tan drástico cambio a la hora de enjuiciar las acciones de los de Simeone se podría centrar en que ahora hacen más faltas que antes, pero no es así. En la 13-14 se promediaban 13,50 faltas en Liga; en la presente 14,17. No parece suficiente como para que el Atlético de esta campaña esté viendo casi una tarjeta más de media por partido que en la anterior (2,6 por 3,2).
¿Entonces? Se podría entender que no son más faltas pero sí que son más violentas. Ahí, de nuevo, los, números parecen desmentirlo. Tomando la competición con más partidos, la Liga, vemos que de las 72 tarjetas que el equipo ha visto, 25 lo han sido por quejas, observaciones o acciones que no tienen que ver con entradas. Es decir, que casi el 35 % no tuvieron nada que ver con patadas ni nada por el estilo.