No hubo sorpresa. Cristiano Ronaldo conquistó su tercer Balón de Oro y superó a Messi y a Neuer en las votaciones de capitanes, seleccionadores y periodistas. El jugador del Real Madrid, que aparecía con superfavorito en todas las apuestas, confirmó los pronósticos y lo celebró con un punto menos de emoción que el año pasado, cuando no pudo contener las lágrimas. Recibió el galardón de manos de un exbarcelonista, Thierry Henry, que acaba de retirarse del fútbol tras una última etapa en los New York Red Bulls de la MLS. “Ha sido un año maravilloso y el mejor momento fue la conquista de la Champions. Todo el mundo quería la Décima. Se lo dedico a los aficionados del Real Madrid”, dijo el portugués, que había recibido un mensaje de apoyo de Rafa Nadal antes de que se conociera que era el agraciado. “Es un modelo de deportista”, respondió cortésmente el delantero. Sobre el momento más emotivo de su carrera, señaló que “el Balón de Oro del año pasado fue un instante magnífico”.
Definitivamente pesaron mucho sus 17 goles en la Champions League, récord absoluto en una edición, y el título logrado por su equipo, el Real Madrid.
También su conquista de la Bota de Oro, con 31 goles, la Copa del Rey, la Supercopa de Europa (en la que hizo los dos tantos ante el Sevilla) y el Mundial de Clubes. Unos méritos que no pudieron contrarrestar ni Neuer ni Messi, campeón y subcampeón del mundo, respectivamente. El azulgrana, además, fue elegido mejor jugador de Brasil 2014, aunque la decisión resultó muy polémica.

Mejor once La Gala del Balón de Oro sirvió también para la elección del mejor once del año según los votos del FIFPro. Ahí son los mismos jugadores los que votan entre ellos. Neuer; Ramos, Thiago Silva, David Luiz, Lahm; Kroos, Iniesta; Di María; Cristiano, Messi y Robben. Ese fue el once escogido por los jugadores en 58 países.
Más de 23.000 votos y esa conclusión. A los delanteros se le preguntó por su mejor gol. Cristiano, el más original, dijo que su mejor gol siempre es el próximo.

Crack culé Messi escogió su gol en la final de la Champions de 2009 ante el Manchester United en Roma y Robben, el de la final de la Champions que significó el triunfo ante el Borussia Dortmund. Iniesta, mientras, dijo que le hubiera gustado haber jugado con su ídolo de la infancia, Laudrup.