Yo no lo recuerdo. Un Almería sin ganar en casa toda una vuelta de la competición ni en mis tiempos del Estadio de La Falange.  Vaya temporada que lleva el Almería en su campo señores. Solo tres veces se fueron a casa sin ver caer a su equipo, pero también enfadados por ver sumar a Espanyol, Elche y Córdoba.

Han sido cinco derrotas seguidas en casa las que lleva el Almería y esto no hay quien lo aguante señores. Y lo peor de todo es que dice JIM que no esta preocupado. Pues a mí me tiembla el pellejo porque esto empieza a ser LA CASA DE LA PAQUILLA para los contrarios y todo el que viene moja.

No me empiecen a hablar de merecimientos que me pongo malo. No me digan que hay que sufrir para mantener la Primera que estoy sin pañuelos para secar las lágrimas y, por Dios, no me digan que estan tranquilos que nos vamos a Segunda.

Al entrenador del Almería no le preocupa nada no ganar porque el equipo genera ocasiones y le tengo que recordar a JIM que también las generaba su antepasado en el cargo, Francisco, y así le fue, que ya no está en el Almería.

No me he equivocado y hace ahora una semana les mostré mi preocupación por un Almería local. No veo a este equipo capaz de romper la dinámica de marcadores en casa. No veo ganando 5 o 6 partidos en el Mediterráneo al Almería. No lo veo.

Dios quiera que me equivoque pero con el partido que hizo el equipo en la primera mitad uno no entiende como se puede acabar así. Por qué aparecieron los 5 minutos malditos. Por qué ese lapsus matador que ya lo sufría el equipo de Francisco.

El efecto JIM no era eterno señores. Tenía que llegar la derrota pero en casa duele mucho más y ante Emery ni les cuento ya que siempre: gana, echa un piropo al Almería y se va tan pancho.

Tengo claro que este partido en el Sánchez Pizjuán hubiese tenido un final feliz para el Almería pero... en el Mediterráneo: ni agua.