La afición rojiblanca fue dispuesta a hundir el ‘Submarino Amarillo’
La Peña Milhojas fletó un autocar hasta Villarreal para no dejar solo al equipo de Francisco

Rumbo a Villarreal.
¿Qué hacemos este domingo?, nos vamos a Villarreal. Los aficionados del Almería no dejaron solo al equipo rojiblanco en El Madrigal, a pesar de que el día y la hora no acompañaban demasiado. Domingo, a las 9 de la noche, y con más de cinco horas de autocar para trabajar el lunes, parecían motivos suficientes para que no se completara el mínimo de plazas del autocar que fletó la Peña Milhojas, pero ocurrió todo lo contrario. Durante la semana de parón liguero, los habituales viajeros ahorraron para no perderse el cuarto desplazamiento de la temporada, por lo que el autobús salió con destino Villarreal a las diez de la mañana desde el Juan Rojas. Poco antes, Mónica Ruiz pasó lista y los allí presentes ocuparon su butaca con la entrada para el partido ya reservada.
Campo peculiar El Madrigal tiene reservada una grada para la afición visitante. Dichas localidades se encuentran en la zona más alta, donde una cristalera y la malla para evitar el lanzamiento de objetivos, impide una visión correcta de los que están en dicha zona. Cuando el Almería se jugó el ascenso hace dos años en Villarreal, algunos seguidores se quejaron de que no podían ver todo el terreno de juego. Y éste fue uno de los motivos por los cuáles no se animó más gente a viajar.
Hay buen rollo entre aficiones, que vivieron casi a la vez el ascenso. Primero fue la amarilla, con una victoria en la última jornada sobre los hombres de Javi Gracia (1-0), y dos semanas más tarde, la celebración sería en Almería tras ganar al Girona (3-0). Cada hinchada sufre con su equipo, que tiene objetivos diferentes: Villarreal quiere clasificarse de nuevo para Europa, y el Almería su ansiada permanencia.
Plan de viaje Como en cada desplazamiento que hace la Peña Milhojas por el Levante español, toca hacer parada en Fuente la Higuera, donde un fiel aficionado, Pepe Galera, recordaba: “Desde 2007 vengo haciendo viajes y siempre me gusta parar en esta zona. Me encanta la sepia (jibia), y ya se ha convertido en una obligación cada vez que vamos de Alicante hacia arriba”.
Alrededor de cuarenta valientes se subieron al autobús sin pensar en que hoy tenían que trabajar. “Nos lo pasamos tan bien entre amigos siguiendo al Almería, que nos da igual si hay que dormir poco e ir a trabajar”, coincidían los aficionados.
Ya en Villarreal, dio tiempo a tomar un café y darse una vuelta por los alrededores de El Madrigal, donde en 2012 miles de almerienses llenaron sus calles soñando con el ascenso. Esto sí que es sentimiento rojiblanco.