Ahora que hay partidos investigados en España y anticorrupción investiga me pregunto quien paga el verdadero pato porque si a mí en la última jornada me cuentan un arreglillo me hago el loco y PaEspaña.

Llevo toda la vida denunciando partidos raros en todas las categorías de nuestro fútbol y he pregonado hasta la saciedad que en el fútbol profesional todo puede pasar, pero lo que más me duele es que hay niños que van al campo cargados de ilusión y muchos mayores que se alejan de estos líos pero...

Yo no voy de puro y he conocido casos sin salir del casco urbano de mi ciudad, pero esto siempre acaba igual: los listos se quedan y bajan los que ellos llaman tontos. Son muchos años haciendo la vista gorda y ahora que se les cierra el círculo a los corruptos lo primero que se dice es que no bajarán los equipos: mal vamos.

Si un club es corrupto lo deben sancionar de forma ejemplar. No todos los arreglos los hacen los jugadores y tengo claro que el dinero jamás lo pone el futbolista. Hace años que empiezo a pasar del tema y veo que no soy el único.

Yo, cuando vuelva al Estadio, si Dios quiere, prometo no hablar de amaños y arreglos con mis nietos porque a mis hijos ya les conté cosas feas del balón un día que los vi llorar por una derrota.

Eso de que en fútbol vale todo es verdad y por conseguir un objetivo la gente pierde la cabeza y el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Yo le he llamado siempre el hombre del maletín que aparece cuando llega el momento ese donde el presidente se desespera y da cualquier cosa por el objetivo pretendido.

Como sigan tirando del hilo nos vamos a quedar en cueros vivos.

Los que dicen que no firman un empate son los que acaban llenado el maletín.

Pero al final todo queda en meros comentarios. Miren hacia otro lado y vamos a ganar como sea.