De Barcelona, pero parece de Almería. Víctor Ibáñez, el portero del filial rojiblanco, y que suele entrenar también con el primer equipo, ha demostrado el tiempo que lleva en el club rojiblanco que preside Alfonso García que su compromiso es muy grande. Por eso: parece un almeriense más entre nosotros, y no de Barcelona.

El portero catalán lo pasó mal el día que el argentino Óscar Ustari se fue del Almería y llegó Julián Cuesta, cedido del Sevilla, porque él esperaba subir el escalón para ser el segundo portero del primer equipo.
Pero su profesionalidad hizo que siguiera dándolo todo en el día a día con el filial rojiblanco para conseguir la permanencia en el Grupo IV de la Segunda División V. Víctor Ibáñez se ha convertido en una de las piezas básicas en el filial y no solo por su puesto, también por su compromiso en el filial del Almería.

Sobre su futuro ha comentado a LA VOZ de Almería y a la Cadena SER que “el club no me ha dicho nada al respecto, y estoy esperando noticias y ojalá que cuenten conmigo para la próxima temporada porque la verdad es que estoy muy bien en Almería”, dice un Víctor Ibáñez que desvela un secreto de alcoba y afirma: “Sé que están contentos conmigo en el club, así como también sé que el entrenador del primer equipo, Francisco, está contento con mi trabajo y claro que el Almería es una opción”, pero el meta rojiblanco va más allá y comenta lo siguiente: “Cuando tenga todas las opciones encima de la mesa valoraré que es lo más conveniente para mí, pero tengo muy claro que me gustaría seguir aquí, en Almería, la verdad es que me encantaría, claro que sí”.

Objetivo Así las cosas, Víctor Ibáñez espera que la dirección deportiva del Almería lo tenga presente a la hora de confeccionar la primera plantilla para el próximo curso liguero porque el meta de Barcelona desea dar ese paso para ser el segundo portero de la primera plantilla. Además, ha aprendido muchísimo los días que está al lado de Esteban en los entrenamientos del primer equipo en el campo Anexo del Estadio Mediterráneo.

El Palo También ha explicado a LA VOZ de Almería y a la Cadena SER la derrota del domingo en el campo de San Ignacio ante El Palo: “Sabíamos que íbamos a jugar en un campo muy complicado con el público muy cerca del terreno de juego, así como también un campo con unas dimensiones muy reducidas... y el árbitro se ha visto condicionado por el ambiente hostil que había y eso ha sido todo lo que pasó el domingo en El Palo. Supimos aguantar, pero todos los factores fueron en contra de nosotros: nos anularon un gol y no nos pitaron un penalti”.

Víctor Ibáñez entiende que “el segundo de ellos fue anecdótico porque estamos volcados para empatar. Ellos jugaron sus cartas y en su campo aprovechan todo lo que pueden. Más no se nos puede pedir porque se dio la cara en un campo muy complicado”.