“Me lo han preguntado mil veces y sigo diciendo a todos que me quedé sin respuesta cuando ví a Mourinho meterle el dedo en el ojo a Tito Vilanoca”. Y luego pasaron más cosas que no cuenta y mil anécdotas sobre una acción con el partido finalizado que no empañó una actuación memorable del almeriense en la Supercopa.
En aquel verano del 2011 la tensión Madrid-Barça era máxima y pitar en el Camp Nou era como poner un Miura delante de David en el Coso de la Avenida de Vílchez. No se arrugó y cortó oreja y rabo tras un arbitraje perfecto. Ese día, nuestro internacional se ganó ir a la Eurocopa y quien sabe si algo más en el fútbol español.
Borbalán, lo bordó y toda España pudo ver la clase de árbitro que es. Templó los ánimos en la hierba y los egos en los banquillos hasta el pitido final. Luego, llegaría Mourinho con el dedo apuntando al ojo de Vilanova.
Nacido para el arbitraje ha empezado una temporada más con la ilusión del debutante pero cargado de partidos a sus espaldas y con un enorme prestigio ganado a pulso entre las potencias del fútbol.  Barça y Atlético saben que hoy no tendrán problemas con el arbitraje, pita Fernández Borbalán.

Un día cualquiera Antes de viajar rumbo a la cima de nuestro fútbol, éste almeriense casado y padre a la vez, madrugaba en el día de ayer para ser el primero en el Estadio Mediterráneo y realizar sus ejercicios físicos.
Estuvo corriendo y realizando un cuadro completo de trabajo para llegar en las mejores condiciones físicas. Luego, el saludo a Francisco y a los jugadores del Almería antes de pasar por la ducha y afrontar un nuevo día de trabajo en Publigráficas Borbalán, la empresa familiar a la que dedica el tiempo que el arbitraje le deja libre.
Ir al Camp Nou como al Bernabéu o al Calderón ya forma parte de la dieta de un almeriense que nos representa a todos a nivel internacional.