Bikandi Garrido completó una actuación del agrado del Villarreal que confirmó su carácter de árbitro casero y con escasa personalidad. Siempre dispuesto a ayudar a los amarillos los más perjudicados por su actuación fueron Charles y Soriano. El primero recibió por todos lados por parte de Musacchio, el segundo fue objeto de un agarrón con derribo en el área en el primer periodo ante el que Bikandi se hizo el sueco, en ligar del vasco.
En el capítulo 5 del acta arbitral, el de Otras observaciones o ampliaciones a las anteriores, ha escrito: ‘Un coche oficial zeta de la Policía Nacional escoltó a los cuatro coches en los que los miembros del equipo arbitral con el Delegado de Partido acudimos al estadio dentro del protocolo establecido para esta jornada. Al llegar a una calle próxima al estadio, un grupo de unas 300 personas, entre las cuales se pudo apreciar camisetas y bufandas rojas y blancas, se avalanzaron a los coches, dando patadas en las puertas, subiéndose a los capós de los vehículos, moviendo con empujones los coches y cortándonos el paso, durante varios minutos. Cuando llegamos al estadio, el Delegado de Campo comprobó distintos desperfectos en los cuatro coches como abolladuras y rayones’. Todo ello en presencia de la Policía.