Una temporada más el tema de cantera ofrece dos caras diferentes. Una amable que pone en valor el esfuerzo que hace el club por mantener sus equipos de cantera y otra desagradable que cuestiona la rentabilidad de la inversión realizada.
En el caso menos costoso el importe que supone mantener la cantera para un equipo modesto como el Almería está en torno al medio millón de euros cada temporada.

La cara amable Como casi siempre en la vida el tema de la promoción de valores es según el color del cristal con el que se mira y según donde se mira. En el caso del Almería la cara amable ha tenido como protagonistas en la campaña que acaba de finalizar a Joaquín Fernández, que en un ejercicio de amor a su tierra y al club que lo ha formado ha firmado un contrato de cuatro años con el Almería.
La parición de Gaspar, un asiduo en las convocatorias de Luis Miguel Ramis pese a sólo contar 19 años y que siempre que se ha requerido su presencia ha convencido con su trabajo.
O el debut del defensa Garrido que debutó con el Real Oviedo cuajando una actuación sobresaliente, que si no se ha visto premiada con la continuidad ha sido por culpa de las lesiones.

La cara amarga La protagonizan jugadores como el nigeriano Ramón Azeez, cuyo rendimiento no se ha correspondido nunca con la inversión y Antonio Puertas, que a las primeras de cambio hace las maletas para irse.