Ramis no se corta. Varios jugadores del Almería, como Borja y Motta, reconocían que no supieron leer el partido prácticamente desde el calentamiento. Nunca se confió en lograr un resultado positivo y mucho menos la permanencia matemática. El técnico rojiblanco sí se mantuvo en sus trece a la hora de catalogar al Almería como una escuadra “de una sola cara”. No cree que la derrota se deba a un cambio de la noche al día: “Hemos perdido y tenéis las manías de ver las caras esas; hay que recuperar bien y mirar al Reus. Hemos concedido demasiado a un equipo como el Getafe, nada más”.

Endeble Sin hacer mucho desgaste, el Getafe aprovechó dos imprecisiones del Almería, muy débil en todo momento, para que Chuli Vázquez finiquitara a sus antiguos compañeros. Ramis reconoció los problemas atrás: “Es una mezcla de muchas cosas. El choque no estuvo arriba, sino en nuestra ternura defensiva, y eso te lleva a tomar decisiones que desprotegen al equipo. El rival lo huele y te hace daño”.

No poder Tan controlado tenía el encuentro el equipo local que la afición hizo dos veces la ola en el Coliséum Alfonso Pérez. Perder por acierto del adversario es aceptable, pero no la imagen ofrecida por un Almería que no está salvado. El dominio con el balón del segundo tiempo, hasta que llegó el tercero de Juan Cala, resultó ficticio: “El partido no ha tenido muchas ocasiones para nosotros y así es complicado ganar en el Coliséum. Necesitábamos meternos en el partido y nos han hecho bastante más daño”.

Están fueraEn varias ocasiones recordó el míster que el Almería cuenta con la ventaja de depender de sí mismo para permanecer en Segunda. Fuera no hubo forma de encontrar la regularidad, pero en el Mediterráneo sí se sienten cómodos: “Seguimos dependiendo de nosotros para salvarnos e insisto que estamos bien en casa, en una buena línea. Será la última final para nosotros. La línea es buena y en casa nos sentimos mucho más fuertes”.
A Ramis le preocupa más la capacidad de reacción de su equipo que el propio Reus. La forma de perder en Coliséum no la esperaba nadie y a falta de 90 minutos para el final de la Liga, aún no han logrado el objetivo: “Vamos a intentar hacer las cosas bien, no volvernos locos. El Reus viene más tranquilo, tenemos que mostrar la cara habitual de nuestro campo. Hay que recuperar al equipo para el partido del sábado y afrontarlo con garantías porque nos jugamos la salvación”.

Convencido En un día triste para aquellos aficionados que esperaban celebrar la permanencia, Luis Miguel Ramis resaltó que sus futbolistas se crecen cuanto mayor es la adversidad, y no quedan más bolas extra que la del Reus: “Todos nos exigimos mucho y estoy convencido de que nos salvaremos. Hemos conseguido algo de regularidad para llegar a la última jornada y alcanzar el objetivo, que es lo que queremos. Hay mucha tensión porque hemos jugado partidos al límite”. El Alcorcón llega en descenso y a los rojiblancos les vale con igualar el marcador de los amarillos para salvarse. Esperan 90 minutos de puro terror.