“Dime cual es tu medio campo y te diré qué equipo tienes” esta es una frase principal con la que pretendemos afianzar un concepto en fútbol, y es la importancia de esa línea para el buen funcionamiento del equipo.

En el Real Madrid, se ha establecido como axioma el que, siempre, tienen que jugar los tres jugadores de arriba, Bale, Benzemá y Cristiano, que se ha bautizado como la “B – B – C”, estando obligados, por tanto, a jugar un 1 – 4 – 3 – 3; este sistema exige que domines al contrario y lo encierres en su campo, con lo que la densidad de hombres en tan poco espacio, hace indiferente el número de hombres por línea.

Con los rivales normales van sacando los resultados, sin embargo, tarde o temprano te tienes que enfrentar a tus rivales directos y ahí es donde se aprecian las virtudes y defectos; como el Madrid siguió en sus trece, ahí están los resultados: (1 – 1) contra el Atlético y (2 – 3) contra el Barcelona, y los dos, con su BBC flamante.

Ocurre que, tras el partido contra el Atlético, hay una eliminatoria de copa de Europa, en la que se lesiona Gareth Bale, lesión de la que aparece recuperado, once días más tarde para poder jugar contra el Barcelona; desde los medios especializados, surge la duda de si estará recuperado para aguantar el partido tan exigente contra el Barça, y no lo estaba, se resiente a los 39´y tiene que abandonar el campo; ¿…Cómo se le ocurre al entrenador sacarlo, teniendo pendiente la semifinal de Campeones contra el eterno rival?, se preguntan en los mentideros.

Por las circunstancias, ISCO, que venía pidiendo a gritos, con sus mágicas actuaciones, la inclusión en el once, tiene su oportunidad, y ese trio de centrocampistas ve el cielo abierto; la movilidad entre líneas del Malagueño obliga a los defensores a prestarle una atención que se la restan al que transporta el balón, y Modric, con su versatilidad, Kroos con su precisión y Casemiro cuidando la espalda y tapando líneas de pase, sin tener el contrario encima, empiezan a funcionar a la perfección y componen una sinfonía perfecta.

Ahora se empieza a cuestionar a Bale, y no es eso, sino cualquier B o C, la cuestión es “el medio campo”. Un amigo pensaba que Zidane sabía que Bale no podría aguantar y lo puso para que se rompiera; otro, en cambio dice que no, que si pensara que quitando a uno de arriba el equipo funcionaba mejor, lo haría. Total que llegamos a la conclusión de que se han dado las circunstancias para que todo saliera así, y esto se define como que “Zidane tiene una flor en el culo”.

Desde esta parte del mundo, por el bien de nuestro deporte rey.

Martín Doblado