Fue la primera gran derrota de Luis Miguel Ramis con el Almería. Cuando el equipo cayó en el Ciutat de Valencia contra el Levante, precisamente en el debut del míster, al menos la cabeza se mantuvo alta, pero lo sucedido en El Arcángel no lo esperaba nadie. El 1-0 de Sasha Markovic, a los doce minutos, resultó ser una losa muy pesada sobre los hombros de los futbolistas. Lentos a la hora de generar y finalizar, volvieron de vacío y con otra final que marcará el futuro, esta vez ante el Sevilla Atlético: vivir o morir.

Cuando Ramis se dirigía del vestuario a la sala de prensa, apenas a unos veinte metros de distancia, tenía claro el mensaje que iba a lanzar: “No merecimos ganar”. Esas palabras denotan que es una persona que no se esconde ni en la victoria ni en la derrota, aunque debe recuperar a la plantilla si no quiere complicarse, más si cabe, el futuro en Segunda. Entendió el técnico que el Córdoba manejó en todo momento la situación y por eso ganó: “El Córdoba tuvo mucha energía en la segunda parte. Estábamos teniendo problemas por fuera, pero no se ganaba ningún duelo. Se llegaba tarde a las acciones y eso no nos daba confianza”.
Precisamente, Ramis mantuvo una conversación con el director deportivo, Lozano, en la puerta del vestuario, donde hablaron de los sucedido en el terreno de juego. Fue una tarde de muchas llamadas telefónicas. De hecho, Ramis reconoció que el inicio de partido volvió a pasar factura: “Salir tan mal nos costó un gol y la derrota ante un rival directo que no nos permite salir de abajo”.

Repitió en su intervenció la palabra energía, y es que el Almería siempre se mostró espeso en el terreno de juego. El míster apuntó que se ha perdido una batalla, pero no la guerra. Rendirse no es una opción: “Era un partido de tres puntos importantes, pero vamos a seguir trabajando para que se vea lo que queremos. Tenemos que volver a encontrar esa fe y esa energía. Estamos a un partido de salir. Los futbolistas tienen muchas ganas de salir del descenso”.
A Ramis le esperan unos días de análisis profundo de la derrota, donde la mentalidad de los futbolistas va a pasar un examen fundamental: “Llegamos tarde a todo, pero en la segunda parte generamos con algo más de energía. Pudieron pasar cosas, aunque no fuimos merecedores de llevarnos nada a Almería”.