Faltaban cinco puntos para terminar el partido en el Parc Esportiu del Llobregat y recibió la orden de saltar a la cancha para rematar la gran faena colectiva que se había cuajado ante el FC Barcelona. Otro de los jóvenes talentos del conjunto verde, el colocador Javi Alemán, le dio la primera bola y Arabisen Rodríguez hizo punto. Además, la rotación lo puso en la raya de fondo y clavó un saque directo, como demostrando también en esa faceta que es una pieza perfectamente encajada en el puzzle del tricampeón. Fue el noveno ace logrado en un choque en el que no se dio opción al rival. Que el Barça no se pareciera a todo lo que se había temido de él es mérito de Unicaja Almería y de su puesta en escena.

Cabeza bien amueblada, es capaz de formular y aplicar frases lapidarias: “Las buenas sensaciones se buscan, y tanto yo como el equipo las buscamos”. Deja claro que el devenir de los acontecimientos está en las manos de cada uno, y que es ambicioso para lograr lo que quiere. No se puede conformar con una espera en pasivo, sino ser activo para alcanzar los objetivos: “Mis sensaciones son buenas, son de trabajar y de mejorar, de intentar ayudar al equipo, como siempre he dicho, en todo lo que pueda”. Nunca olvida esa palabra, ‘equipo’, y a ellla se consagra: “Y ahora que llega la recta final, lo más bonito de la temporada, intentaré que no se me quede nada atrás, aprovecharlo al máximo y disfrutarlo con los compañeros”.

Se muestra en plano entusiasta sobre lo que se avecina, “seguro que es bonito”, y sobre todo piensa así porque “todos se lo merecen”. Un anticipo del buen rodaje general, que incluso va a ser mejor de lo que se ha visto hasta ahora, es lo vivido

en Cornellà: “Se hizo un gran partido colectivo, estuvimos muy bien sincronizados y la labor del equipo fue bastante buena respecto a sentirnos cómodos, y como piña supimos jugar bastante bien”. Es lo más importante para él, incluso por encima de haber sabido aprovechar la oportunidad: “Tres puntos –de los cinco finales- con dos block-outs y un saque directo… me salió bastante bien y creo que lo firmaría, que siempre fuese así”. Lo que siempre será, seguro, es valiente.

La lectura en la tabla clasificatoria que dejó ese encuentro fue muy buena para los intereses ahorradores, puesto que se trataba de una salida muy difícil, pese a que el marcador pueda indicar lo contrario y enmascarar la peligrosidad que es capaz de generar el equipo blaugrana. Ganaron en la víspera del partido todos los que persiguen a Unicaja, que pasado el fin de semana mantiene su renta, algo que Arabisen considera “importantísimo” porque “a medida que se vaya acabando la liga los equipos van a intentar apretar mucho más para mantener sus puestos y maquillar el marcador siempre en algunos casos, e intentar estar más arriba también, así que cuantos más puntos sobre el segundo tengamos, mejor”.

Por ello, y pese a que sea el colista el próximo visitante del Moisés Ruiz, las espadas estarán en alto para recibirlo: “Está claro que contra Cáceres, igual o mejor papel, no perder la concentración y no dejarle sorprendernos, intentar mantener esta dinámica de juego y la distancia en la clasificación, y ahora que se acerca lo más bonito de la competición, estar muy metidos en la consecución de los objetivos”. Por todo lo ya hecho, el canario considera que se han acumulado muchos méritos para optar a grandes metas: “Nos lo merecemos, tanto el grupo como esa gente que está por detrás y que no se ve, ganar un título o dos, estamos trabajando para ello y nos haría muchísima ilusión, sobre todo a mí”.

El esfuerzo y el sacrificio deben ser correspondidos con logros, pero antes de ellos a lo que llevan es a la búsqueda de la perfección: “La versión de Unicaja que queremos está cerca y la verdad es que no nos podemos quejar, vamos primeros con seis puntos de diferencia, estamos contentos en lo físico y en lo táctico, y estamos cumpliendo con lo que queremos; poco a poco estamos sabiendo llegar a eso que estamos buscando, felices porque sabemos que si seguimos en esta dinámica podemos ganar algún título y al menos alcanzar los objetivos, que son estar en las finales”. Está cada día más fuerte y confiado tanto en sus propias posibilidades como en las del equipo.

Cuando llegó se puso manos a la obra sobre el aspecto físico, algo que le ha dado una progresión importante. A ese respecto, junto con sus compañeros se está viendo sometido a una aceleración a cargo de Enrique de Haro, el preparador físico del club, de cara a la Copa del Rey. Por segunda semana consecutiva, martes de trabajo a tope: “Otro día de circuito y la verdad es que lo necesitamos, ya que aunque ahora lo notes pesado al final de la semana, luego a la larga se notan en el nivel físico esos días de máximo esfuerzo”. Lo que se busca es estar en plenas condiciones para acabar los sets y sentir una rápida recuperación entre dos partidos seguidos.