Restos de petaqueo en Torregarcía: aparecen bidones de combustible en el Parque Natural Cabo de Gata
Una de las actividades vinculadas al narcotráfico en el litoral de Almería deja huellas en entornos naturales

Bidón junto a la playa de Torregarcía, en pleno Parque Natural de Cabo de Gata.
La huella del narcotráfico en la provincia de Almería es cada vez más visible. Más allá de las continuas operaciones de la Policía Nacional y la Guardia Civil desarticulando clanes que ya manejan incluso armas de guerra para proteger la droga que almacenan y transportan, algunas actividades vinculadas se dejan ver cada día más.
Es el caso del petaqueo, nombre que recibe habitualmente la actividad consistente en transportar en narcolanchas decenas de bidones cargados de combustible para abastecer así a las embarcaciones que transportan la droga, sin necesidad de que estas se detengan.
Además de las habituales lanchas dedicadas a esta actividad que se refugian en calas y playas del Parque Natural Cabo de Gata, como sucedió el pasado fin de semana en Agua Amarga, el petaqueo deja otro rastro visible: decenas, centenares de bidones vacíos que, una vez utilizados, son arrojados al mar.
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Arrastrados por la corriente, algunos de esos bidones terminan tocando tierra. Es, precisamente, lo que sucede en la playa de Torregarcía, ya dentro del Parque Natural Cabo de Gata - Níjar. El entorno, habitualmente cuidado y especialmente idílico (con la icónica presencia de la ermita de la Virgen del Mar y la torre vigía desde donde fue descubierta la llegada de la patrona de Almería), es ahora un punto de Almería en el que habitualmente aparecen bidones previamente empleados para abastecer de combustible a las embarcaciones cargadas de droga.

Otro bidón en las proximidades de la ermita de Torregarcía.
Es el caso de las imágenes que acompañan a estas líneas, tomadas en la tarde del pasado miércoles, 17 de diciembre, y que muestran restos de varios bidones en las proximidades de la playa de Torregarcía.
El petaqueo, en datos
El hecho visible del petaqueo, compuesto por las narcolanchas refugiadas y los restos de bidones empleados, es solo la punta del iceberg de una actividad que no deja de crecer.
Cabe recordar que la Memoria anual de la Fiscalía General del Estado recogía que cerca de 89.000 litros de gasolina fueron incautados en Almería durante 2024, en operaciones dirigidas contra el abastecimiento logístico de las narcolanchas.
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“Alarma e impotencia”. Con esas palabras definía la Fiscalía General del Estado la creciente actividad de las narcolanchas en la franja litoral que va de Huelva a Almería. Así lo recogía en su Memoria anual correspondiente a 2024, donde se subraya que el fenómeno, lejos de remitir, sigue expandiéndose.
La práctica del llamado “petaqueo” —el abastecimiento de gasolina mediante bidones y depósitos móviles— resulta especialmente rentable. Además, se mueve en un terreno difuso: a diferencia del tráfico directo de estupefacientes, hasta ahora apenas conlleva consecuencias penales. Precisamente por eso, la Fiscalía advierte que se está “extendiendo alarmantemente”, configurando un eslabón intermedio que facilita la operativa de las mafias y multiplica su capacidad de actuación en aguas del Estrecho y el Mediterráneo.