Poco más de una semana después del declarado en el paraje El Pocico, los montes del municipio de Lubrín volvían a iluminarse a última hora de la noche del jueves debido a otro incendio forestal. En este último caso, mucho más virulento por unas condiciones climatológicas adversas, con fuertes rachas de viento, que han provocado que cerca de 200 efectivos hayan trabajado sin descanso, y aún sigan, por tierra, mar y aire durante dos noches consecutivas para controlar el fuego que se originó en la zona de La Alcarria.

Una instalación eléctrica, posible causa

El avistamiento de las llamas poco antes de la medianoche del 28 al 29 de agosto, incidente relacionado posiblemente con el mal estado de una línea eléctrica en el Barranco Muñoz, activó todas las alarmas y medios locales trataron de contener un incendio que llevó al Ayuntamiento de Bédar incluso a plantear un desalojo preventivo de más de medio centenar de vecinos de pedanías como El Marchal o Campico Moletas, frontera con el término municipal lubrinense, aunque sí se produjo un alejamiento de forma temporal de varios residentes de Los Albaricos y Fuente de los Albaricos.

Nivel 1 de emergencia

Con el paso de las horas y viendo el avance de las llamas, en zonas escarpadas y de matorral, a las 5:45 de la madrugada del viernes la Junta de Andalucía declaró el nivel 1 de emergencia y se llegaron a desplegar sobre el terreno a lo largo del día de ayer hasta 15 medios aéreos, que realizaron sus recogidas de agua frente a las playas de Vera o Garrucha, entre otras, y un total de 195 efectivos terrestres del Infoca, que trabajaron con nueve camiones autobomba; Bomberos del Levante, Almanzora y de otras sedes como Poniente o Níjar; Protección Civil, Medio Ambiente, Guardia Civil y Policía Local.

Todos los medios destinados al control de este incendio forestal trabajaron sin descanso, coordinados desde el Puesto de Mando Avanzado, ubicado en el Polígono La Redonda de Lubrín, y en el que estuvo presente Aránzazu Martín, delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería.

Complicaciones por el fuerte viento

Martín quiso mandar un mensaje de tranquilidad, pese a que aún el fuego no estaba estabilizado, y recordó a mediodía del viernes que “tenemos muchos efectivos trabajando , siendo la seguridad de la población nuestra máxima prioridad”, pero no descartó que, dada la evolución de las llamas en la conocida como Sierra de la Atalaya, en la Sierra de los Filabres, por culpa del viento, “se tengan que tomar medidas de evacuación si fuese necesario”.

A primera hora de la tarde se complicaron las labores de extinción en estos terrenos, de matorral abundante y espeso con pendientes muy pronunciadas, debido a las rachas de hasta 30 kilómetros por hora de viento sur-suroeste, pero gracias a la incansable labor de los efectivos desplegados el fuego pudo contenerse en el Barranco de las Minas y se evitó que afectase al término municipal de Bédar. A pesar de ello, el aire volvía a reactivar algunos frentes en otras zonas.

Gran despliegue

Nueve vehículos, dos Focas, dos anfibios ligeros, dos helicópteros pesados, cuatro semipesados, uno ligero y seis aviones de carga de tierra y uno de coordinación siguieron haciendo frente a un incendio forestal sin control que desde la primera noche fue visible desde diferentes municipios del Levante almeriense.

En primera línea de ‘batalla’, seis Brigadas de Refuerzos Contra Incendios, quince grupos de BBFF, técnico de extinción, supervisor, siete técnicos de operaciones, tres agentes de Medio Ambiente y Bomberos del Levante y de otros lugares de la provincia, gracias a la gestión de la Diputación de Almería, no tuvieron nada fácil realizar unas labores de extinción en las que también apoyaron Guardia Civil, Protección Civil y Policía Local.

Con la llegada del ocaso, los medios aéreos han tenido que retirarse y la batalla contra el fuego se desarrolla por medio terrestre a lo largo de otra noche más en Lubrín, donde según las primeras estimaciones, basadas en imágenes satelitales de Google a última hora del día de hoy, este incendio forestal “grave” habría tenido una incidencia en un área de unos 18 kilómetros cuadrados.

Segunda noche con la mirada puesta en el viento

Durante la noche, la segunda ya, el Servicio de Extinción de Incendios Forestales de Andalucía (Infoca) ha dejado desplegados un total de 160 efectivos y nueve vehículos autobombas para combatir el fuego que afecta al entorno de la Sierra de la Atalaya, donde todas las miradas están puestas en las condiciones climatológicas nuevamente ante las previsiones de vientos fuertes que pudieran seguir complicando un fuego que, al cierre de esta edición, seguía sin control.