La Voz de Almeria

Sucesos

Una familia vasca denuncia que una jarra de cerámica artesanal comprada en Almería les ha "intoxicado"

Bebían agua diariamente de la jarra de cerámica esmaltada desde hace 15 años

Imagen generada por IA del taller de un alfarero.

Imagen generada por IA del taller de un alfarero.La Voz

Víctor Navarro
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Los apacibles veranos en Almería han dejado de ser fotos entrañables que mostrar con alegría y nostalgia para convertirse en una fuente de incertidumbre y preocupación para Beatriz Egaza y su familia. ¿El motivo? Una jarra de cerámica, pintada y esmaltada, que parece ser el foco de una grave intoxicación por plomo.

No encajaban los resultados

Esta mujer de 72 años, madre y abuela de una familia de la localidad vizcaína de Getxo, en el País Vasco, compró hace 15 años este artículo en Almería. Su amor por la artesanía fue la razón que la llevó a llevarse a casa la jarra policromada, de la que, según cuenta, ha estado bebiendo agua de forma diaria.

Durante años, todo iba bien y el aguamanil cumplía diligentemente su función: calmar la sed de Egaza y su familia. Así pasó el tiempo, hasta que un considerable malestar general comenzó a afectar la salud de Beatriz. No dormía, no comía, y los severos dolores intestinales la llevaron a ingresar en el hospital.

Según explica la mujer, las pruebas y análisis a los que se sometió no arrojaban ninguna pista sobre el origen de sus síntomas, y por más escáneres, TACs o colonoscopias, los resultados, a priori, salían sin nada fuera de lo común. Fue en una de las visitas a su hematóloga—a quien, según cuenta Egaza, “no le encajaban” los resultados— cuando surgió la propuesta de realizarle pruebas relacionadas con enfermedades raras. La conclusión sorprendió a propios y extraños.

Plomo en la sangre

En una entrevista para EiTB de Euskadi, Beatriz ha explicado que la llamada que recibió desde Osakidetza (Servicio Vasco de Salud) fue más que alarmante: 700 microgramos de plomo por litro en su sangre. “Me llamaron diciendo que ingresara de urgencia, porque los niveles de plomo en mi organismo eran muy graves”. La intoxicación era tan severa que llegaron a advertirle de la posibilidad de morir.

Al ser el primer caso de intoxicación severa por plomo registrado en la Seguridad Social vasca, la Consejería de Salud de Euskadi se interesó por el caso y mandó a inspeccionar el domicilio de Beatriz a las 24 horas de conocer el hecho. 

Después de someter el agua a análisis, explica Egaza, detectaron que el líquido que manaba de la jarra almeriense presentaba unos niveles de plomo de 900 microgramos por litro, muy superiores a los 100 y 150 microgramos/L que se consideran seguros.

El informe de la jarra, como posible foco de intoxicación por plomo, llegó a la oficina del consejero de Salud de Euskadi, Alberto Martínez, quien ya ha comunicado la situación a la Administración andaluza con el fin de obtener más información sobre el recipiente y realizar un seguimiento del caso. “Lo que ocurre es que es una jarra comprada hace más de 15 años en otra comunidad autónoma. En el caso de que hubiera sido en nuestro entorno, con una jarra que se hubiera comercializado hoy en día, evidentemente se habría actuado. Como es una jarra que no está comercializada, sino que son elementos de cerámica de producción más manual, hemos comunicado el hecho a Andalucía”, indicaba el consejero de Salud vasco.

Niveles de plomo

Los niveles elevados de plomo en sangre siguen siendo motivo de preocupación sanitaria. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los niveles de plomo en sangre para adultos no deben superar los 10 microgramos por decilitro (μg/dL), equivalentes a 0,48 micromoles por litro (μmol/L). En el caso de los niños, los niveles recomendados deben ser inferiores a 3,5 μg/dL o 0,17 μmol/L.

En adultos, concentraciones iguales o superiores a 5 microgramos por decilitro (µg/dL) o 0,24 micromoles por litro (µmol/L) ya se consideran elevadas, mientras que un nivel por encima de 80 µg/dL (3,86 µmol/L) puede requerir tratamiento urgente, especialmente si se presentan síntomas desde los 40 µg/dL (1,93 µmol/L).

En el caso de los niños, la sensibilidad es aún mayor: basta con superar los 3,5 µg/dL (0,17 µmol/L) para que se active la necesidad de pruebas y monitoreo, ya que niveles superiores a 45 µg/dL (2,17 µmol/L) suelen implicar tratamiento inmediato. Expertos subrayan que incluso concentraciones tan bajas como 20 µg/dL (0,97 µmol/L) podrían justificar intervención médica, especialmente si se detecta exposición continua al tóxico.

Beatriz Egaza se muestra visiblemente preocupada, con un sentimiento de responsabilidad sobre sus hombres de "haber intoxicado" de forma inconsciente a los miembros de su familia.

La familia

La mujer señala que de la jarra han bebido su marido, hijos e hija y hasta sus nietos. Según explica, los niveles de plomo que presentan los menores también exceden los niveles seguros: “la de 3 años tiene 46, el de 7, 68; y el de 9 años tiene 48. "Todos los días tomábamos un vasito de veneno”, concluye.

Mientras Beatriz y los suyos esperan el curso de su tratamiento de desintoxicación —ya que, como ella misma señala, los daños pueden ser duraderos—, considera importante dar a conocer su caso para que “haya un protocolo de seguimiento y un departamento especializado en intoxicaciones graves”, he explicado la mujer.

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