No sé si te has dado cuenta, prima, que cuando nombramos a Zapatero o Rubalcaba, nos estamos acordando de sus santas madres, ya que son conocidos por sus apellidos y no por el apellido de sus padres. Ahora, uno podrá ejercer de Sr. Rodríguez, porque piensa tumbarse a la bartola sin hacer nada y el Sr. Pérez, como el ratoncito, en plan sibilino, darnos un regalito a ver si nos puede engañar otra vez. Su idea genial de fichar a Felipe González, resulta a todas luces, patética. No sé si lo quiere como agitador de la campaña o como asesor de cómo seguir en la ruina y tener el máximo grado de corrupción, que el ex Presidente sabe de eso la tira. Si tiene que tirar de futuro, en vez de presente, debe estar más bien cortito de ideas. Su lema electoral "Rubalcaba, Sí", ya huele a rancio porque se utilizó en el referéndum de 1966: "Franco, Sí". ¡Ay, la memoria histórica! Los sindicatos, que se han despertado de su largo sueño, también se montan al carro de los agitadores. Les priva una banderita y un micrófono más que a un tonto un globo y con Rubalcaba tratando de volver al discurso del "miedo a la derecha" diciendo que si gana Rajoy la enseñanza, la sanidad y las pensiones estarán en peligro, ya me tienes a los liberados (de trabajar) preparando los tenis para patearse las calles. ¿ Pero alguien se cree, a estas alturas semejante tontería? Y lo que pretenden, prima, se ve clarísimo: quieren que sea el PP el que coja la tijera y empiece a hacer recortes, para salir ellos en defensa de la educación y la sanidad, cuando a sus hijos los llevan a colegios privados y se operan en clínicas privadas. Que se lo pregunten a Pepiño Blanco. Y nos faltaba en esta campaña los presos de ETA. Y en eso no hay vuelta de hoja: que se disuelva sin ningún tipo de condiciones. Pero alguien vendrá que nos venderá otra vez la moto. Buena semana, prima. P.D.- Si alguien ha pensado que me voy a jubilar, no me conoce. Tiempo al tiempo.