Desembarco en Nicaragua de sanitarios almerienses
Una expedición quirúrgica, con tres enfermeras y un médico cirujano almerienses participa en Sudamérica en un proyecto para operar a 187 personas en tr

El equipo de sanitaros de Almería formado por las enfermeras Eva Quesada, Isabel López y Noemí Gil, y por el médico cirujano Benjamín Narbona, en Nic
Nicaragua. San Rafael del Norte. Clínica Nazareth. Es el destino al que cuatro sanitarios almerienses han viajado como Brigada quirúrgica, de la mano de la ONG Quesada Solidaria. Son Eva Quesada, Isabel López, Noemí Gil y Benjamín Narbona. Tres enfermeras y un médico cirujano, que han formado parte de un equipo de diez sanitarios que en apenas trece días han realizado 187 procesos quirúrgicos, la mayoría operaciones de varices, pero también hernias, fisuras anales, hemorroides o colocación de expansores mamarios.
La experiencia supone una carga de trabajo tremenda, puesto que son doce y catorce horas diarias en quirófano, pero quien va; repite. Ha repetido Eva Quesada, que ha vuelto a Nicaragua por cuarto año consecutivo y ha repetido el cirujano Benjamín Narbona, que todos los años viaja en febrero y en septiembre con esta ONG que reparte estas brigadas entre Nicaragua y Guatemala.
“Es casi como mi segunda casa y la Clínica Nazareth, mi segundo hospital”, asegura Narbona, que hace cinco años, cuando fue por vez primera, descubrió “por qué había estudiado medicina”.
Con el material que llevan desde el Hospital de Poniente y muchas ganas, resuelven estas brigadas quirúrgicas todas las cuestiones y problemas que van saliendo sobre la marcha. “Se aprende a resolver todo con pocos medios al alcance”, dice Eva Quesada, que a todo el que le pregunta qué tal en Nicaragua, responde con un “para repetir”.
Pilas cargadas Agotados, sí, pero “con las pilas cargadas”. Así dice Narbona que llega a Almería después de sus viajes con Quesada Solidaria. Unas expediciones que son apoyadas por la consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, a través de los permisos que ofrece a estos sanitarios que trabajan allí como si lo estuvieran haciendo en los hospitales del SAS. Aún así, no siempre es posible acogerse a estas expediciones a través de esta fórmula y no es la primera vez que algunos de estos sanitarios “toman sus vacaciones” para apoyar con su trabajo a una población, en el caso de Nicaragua, con cerca de medio millar de personas y muchas carencias en salud.
Se dispone allí de un hospital “bien diferente a los que tenemos aquí” y de una red de centros de salud que no siempre quedan a mano de los habitantes de unas zonas bien alejadas de los consultorios.
Además, no siempre hay en esta zona médicos suficientemente formados para intervenir en los dos quirófanos que hay en la Clínica de Nazareth. Un hospital que lleva una congregación de Franciscanos y que cada cierto tiempo es “ocupada” por brigadas quirúrgicas llegadas desde distintos países.
Estos sanitarios establecen listas de intervención, llevan el material fungible y operan sin pausa para llegar al mayor número de personas.