Manuel Gallardo vendió hace tres años el estanco más céntrico de Vera tras media vida vendiendo tabaco y sombreros detrás del mostrador. Conoce con rigor profesional las pautas del consumo de cigarrillos y duda de que la nueva Ley del Tabaco, que fue aprobada ayer por el Consejo de Ministros para su tramitación parlamentaria, implique una disminución del consumo. La principal novedad de la nueva normativa es la prohibición de fumar en las terrazas. Gallardo considera que “la ley en trámite es un golpe más a la libertad de las personas, los fumadores son gente que sale de fiesta y buscarán otros lugares para fumar”.

En el mismo tono se expresa Francisco Alías, estanquero en ejercicio en la calle Mayor de Garrucha. “A mí como vendedor me da igual, yo noto que no caen las ventas ni mucho menos, es un poco paripé por parte del Gobierno, teniendo en cuenta que se embolsa el 71% de cada cajetilla, la gente no va a dejar de fumar por esta nueva ley”.

Alvaro Gibaja, empleado en una gasolinera de la capital y fumador, se muestra también escéptico con la nueva ley: “La gente fumadora como yo seguiremos fumando y si no es en una tarraza será en un parque, no creo que influya tanto lo de las terraza, la gente se irá a la acera de enfrente”.

Noelia Castro, una estudiante de la UAL, no fumadora, expresa que esta nueva normativa “es necesaria, sobre todo porque supone un paso más de respeto a los no fumadores en espacios públicos y porque fumar se lleva a muchas personas por delante por cánceres y otras enfermedades”. El presidente de la Asociación de Hostelería de Almería (Ashal), Pedro Sánchez-Fortún, se mostraba ayer escéptico con la norma considerando que “es una iniciativa desproporcionada que no implicará reducción del consumo creo, la gente fumará en espacios menos convenientes que una terraza y sin ceniceros y habrá confusión con los extranjeros y puede afectar a la oferta turística, no puedo decir nada más hasta conocer con más detalle la norma, estaremos atento”.

Además de la prohibición de fumar en terrazas, el texto equipara los cigarrillos electrónicos al tabaco convencional y veta por primera vez el consumo (no solo la venta ) a menores. Antes de entrar en vigor, la norma tendrá qu pasar por la tramitación parlamentaria. El tabaco se lleva la vida de 50.000 personas al año en España, según los cálculos de las autoridades sanitarias.

Cuando se fumaba en los aviones

En unos meses, el Paseo podrá ser inaugurado sin humo en sus terrazas; tampoco lo habrá en otros lugares tradicionales de ocio hostelero como Plaza Marqués de Heredia o calle Trajano, por poner un ejemplo. Pero, ¿dónde estarán los límites, qué es terraza y que no, por ejemplo en el Lengüetas o en el kiosco del 18 de julio? Desde la época del rapé, el consumo de tabaco ha levantado ampollas en la sociedad. Hoy parece inverosímil que hasta 2005 se pudiera fumar en lugares cerrados de trabajo y que hasta 2010 se pudiera fumar en bares. Décadas atrás se fumaba en hospitales, colegios, aviones y hasta el cura en las iglesias.