La ciudad de Almería cuenta desde hace poco con un nuevo aliado en la lucha contra la pobreza y la exclusión social: el banco de productos Acompartir, gestionado por la Fundación Acompartir. Esta iniciativa, pionera en España, ha abierto un punto de distribución en la nave de SEUR en la calle Mare Nostrum 214, con el objetivo de facilitar el acceso a productos no alimentarios esenciales a entidades sociales de la provincia.

La realidad social de Almería evidencia la urgencia de este tipo de iniciativas. El 27,6% de la población vive con ingresos por unidad de consumo inferiores a los 10.000 euros anuales, situando a la ciudad entre las capitales españolas con mayor riesgo de exclusión social según el índice AROPE (At Risk Of Poverty or Social Exclusion). Este indicador señala en riesgo a quienes no alcanzan los 9.626 euros anuales si viven solos, o los 20.215 euros en familias de dos adultos y dos menores.

Un modelo solidario contra el desperdicio

Acompartir es la única organización en España que, siguiendo un modelo similar al del Banco de Alimentos pero centrado en productos no alimentarios, lleva 12 años recuperando artículos nuevos descartados por razones comerciales —taras, errores de etiquetado, cambios de temporada— y haciéndolos llegar a quienes más los necesitan a través de una red de entidades sociales. Entre los productos donados se incluyen artículos de higiene, ropa, menaje, calzado, electrodomésticos, juguetes y material escolar.

Leticia López-Cotelo, directora y fundadora de Acompartir, explica que la idea surgió en 2013 tras detectar, durante su trabajo en una empresa de marketing y comunicación, la cantidad de productos de merchandising que quedaban obsoletos y sin salida. “Me dejaban llevármelos y repartirlos. Hacía voluntariado en el comedor de la Madre Teresa, en Madrid, y repartíamos ropa en buen estado a personas sin hogar. Poco a poco nos dimos cuenta de que todas las empresas tienen productos invendidos, excedentes de stocks o devoluciones que no se pueden vender, pero que son perfectamente útiles”.

Inspiradas por modelos similares en Francia y Estados Unidos, López-Cotelo y otras dos fundadoras decidieron crear Acompartir como un puente entre empresas y organizaciones sociales, para evitar la destrucción de millones de productos y cubrir necesidades materiales de personas en situación de vulnerabilidad. “Había que hacer algo, no nos podíamos quedar quietas, y así surgió Acompartir”, recuerda la fundadora.

Destinado a empresas

El procedimiento es sencillo: las empresas donan productos nuevos en grandes cantidades —la donación mínima es un palé—, que se almacenan en la nave central de Illescas y se suben a la web. A través de la plataforma, las más de 680 entidades sociales registradas pueden solicitar los productos que necesitan, asegurando la trazabilidad y evitando que estos artículos acaben en mercadillos o rastrillos.

Expansión y compromiso en Almería

La apertura del punto de recogida en Almería responde a la necesidad de acercar los productos a las provincias y reducir los costes de transporte para las entidades sociales, que a menudo suponen una barrera para acceder a estos recursos. Gracias a la colaboración con la Fundación Seur, se han establecido puntos de recogida en distintas ciudades, permitiendo que organizaciones como Cáritas, parroquias, comedores sociales, centros de día y residencias puedan acceder fácilmente a los productos y destinarlos a sus proyectos.

“El punto de recogida ya está operativo, ya hay entidades utilizándolo. Ojalá más organizaciones sociales de Almería se sumen y conozcan este recurso”, anima López-Cotelo.

Impacto social y medioambiental

En sus 12 años de trayectoria, Acompartir ha distribuido más de 27 millones de productos nuevos —equivalentes a 3.800 toneladas— donados por más de 200 empresas, beneficiando a más de dos millones de personas vulnerables en toda España. Además de aliviar la pobreza, la iniciativa contribuye a la sostenibilidad, evitando que toneladas de productos útiles terminen como residuos y promoviendo un consumo más responsable.