“Casas dignas para inmigrantes que vienen a trabajar a Almería”
La memoria de AI reconoce el aumento del racismo y el maltrato a la inmigración como los problemas más preocupantes para esta ONG

Enrique Martínez-Salanova con Antonio Hermosa, coordinador de Amnistía Internacional en Almería.
Enrique Martínez-Salanova Sánchez es antropólogo, pedagogo, tecnólogo de la educación, dibujante y escritor. Ha dado clases durante toda su vida, de didáctica, antropología y medios de comunicación. Es un hombre muy inquieto, ha publicado varios libros sobre didáctica, de viñetas para la comunicación, relatos y una novela. Hace más de cuarenta años que es socio y activista de Amnistía Internacional, ligado tanto en su vida personal como profesional a la defensa de los Derechos Humanos. Quien mejor para presentar el informe anual de esta organización no gubernamental en Almería. “En el último informe, la Memoria Anual de Amnistía Internacional, es bastante pesimista. Hay gobiernos que se han retirado de organizaciones internacionales, o que hacen caso omiso de ellas, gobernantes que, directamente, niegan los derechos indispensables para la supervivencia, cambio climático, libertad de expresión y prensa, movimientos migratorios y atención a las diferencias. Se pone en cuestión todo aquello que desde la década de 1940 del siglo pasado, se había acordado mundialmente para mantener un mundo libre de violaciones de los Derechos Humanos”.
Martínez-Salanova reconoce que hay organismos internacionales que están siendo atacados y desactivados, como la Corte Penal Internacional, la Corte Internacional de Justicia, Naciones Unidas o UNWRA. “Con algunos gobiernos, están en peligro los avances realizados en los últimos 80 años en materia de igualdad, justicia y dignidad. El ideal de los derechos humanos universales está sufriendo el acoso de grupos cuyo objetivo es imponer un orden económico basado en la desigualdad”.
"Se tambalean muchos de los logros obtenidos"
Claros ejemplos son Donald Trump, Benjamín Netanyahu o Vladimir Putin. “Los primeros 100 días de Donald Trump, en 2025 se han caracterizado por un sinfín de ataques contra la rendición de cuentas por la comisión de violaciones de derechos humanos, contra el derecho internacional, la ONU, contra las migraciones, contra los movimientos LGTBI… Se tambalean muchos de los logros obtenidos, con tantas dificultades, durante tantos años. Israel y sus aliados ignoraron las órdenes de la Corte Internacional de Justicia y de la Corte Penal Internacional, apoyados por EEUU”.
En referencia España, la memoria de AI reconoce el aumento del racismo y el maltrato a la inmigración son los problemas más preocupantes para esta ONG. “En la Memoria anual, Amnistía Internacional hace unas importancias referencias a lo que sucede en España sobre los menores migrantes no acompañados, pues no se protegen debidamente sus derechos. El gobierno central planteó la reubicación obligatoria de estos niños y niñas por todo el país, pero la mayoría de las comunidades autónomas rechazaron la propuesta. El Parlamento, además, votó en contra de reformar la Ley de Extranjería que permitía el traslado obligatorio de menores migrantes no acompañados a otras comunidades autónomas. Quince autonomías acogen menos menores migrantes de los que les correspondería por población”.
Sin consenso entre Gobierno y Comunidades
Sigue sin haber consenso entre Gobierno y CC.AA. en la Almería, es un reflejo de lo que ocurre en España y el mundo. “Yo pondría el énfasis en alojamientos dignos para aquellos migrantes que acuden a nuestra provincia por razones laborales. Según informes de estos días pasados, inmigrantes en nuestra provincia, llevan más de 10 años viviendo en chabolas, y uno de cada cuatro migrantes, la mayoría sin contrato de trabajo, con menos de 400 euros al mes siendo temporeros. Una gran parte de la mano de obra que hace posible la generación de la riqueza de los invernaderos, no se beneficia de ella y vive en unas condiciones que algunas organizaciones sociales han llegado a calificar de semiesclavitud”.
Enrique habla con conocimiento de causa, no obstante fue testigo de atentados contra la libertad como el ocurrido en Chile en los años 70, cuando vivía en aquel país. “Las dictaduras no tienen límites para barrer contra todo lo que existe en un país, vidas y estructuras. El gobierno de Pinochet, en 1973, arrasó con todo lo que existía, incluso las personas. En esos momentos se vive con mucho miedo, pues sabes que pueden detenerte en cualquier lugar. El vivió la represión directamente sobre su cuerpo. “Estuve detenido tres veces, en campo de concentración y comisarías, siempre maltratado y apaleado, me queda alguna secuela física. En general, los extranjeros salvamos la vida, salvo excepciones, y quedó la represión para los chilenos. Algo que me marcó mucho fue, cuando nos iban deteniendo, que a los más blancos nos separaban de quienes tenían la tez más oscura, bolivianos, cubanos… y a este grupo les pegaban mucho más y con saña, culatazos sobre todo. Experiencia inolvidable”.
Conseguir una información independiente
Este pedagogo admite que la libertad de expresión es un derecho que hay que reconquistar ante las amenazas y censuras que se están produciendo. “Aunque cada vez lo veo más problemático, por el dominio que los estados tienen en muchos países sobre los medios de comunicación, y la fuerza de movimientos políticos de ultraderecha que copan sin rubor las informaciones de prensa, radio y TV”. Para él, cada vez es más complicado conseguir una información independiente. “Pienso que el derecho a recibir información se ve restringido por la concentración de medios con carácter monopólico, que neutraliza un derecho básico, ya que el acceso a la comunicación es enormemente desigual según clase social, edad y regiones o barrios donde se resida. Según el informe de AI, durante 2024 se asesinó al menos a 124 periodistas y profesionales de los medios de comunicación; casi las dos terceras partes de las víctimas eran palestinas y murieron a manos de Israel”.
Defiende las redes sociales como cauces de comunicación. “El esfuerzo de la sociedad debiera centrarse en la educación para los medios de información y las redes, que facilitan la comunicación y el aprendizaje”. Y niega que se hayan convertido en un peligro para la humanidad. “Hay algunas organizaciones internacionales que lo afirman, generalmente para crear confusión. No lo creo así. Las redes son también cauce de información y solidaridad”.