Irene, la 'guardiana rescatadora' de animales en la capital
Forma parte del grupo de 10 cuidadores, administrativos y veterinarios del Centro de Protección y Adopción de Animales de Almería

Irene Martínez durante el rescate de un pequeño gatito
Irene es una amante de los animales. Es de esas personas que han hecho de su pasión, su profesión, convirtiéndose en: ‘la guardiana rescatadora’.
No, no es que Irene sea una superheroína, aunque muchas de las actuaciones en las que participa bien parecen sacadas de una película. Tanto ella como el resto de sus compañeros del servicio 24 horas que se encarga del Centro de Protección y Adopción Animal de Almería (lo que se denominaba hasta hace poco como Zoosanitario), ejercen de auténticos salvavidas para muchos de los animales que sufren los avatares de vivir en la calle o, peor, los de cruzarse en su vida con auténticos villanos más propios de lo cinematográfico que de la vida real.
“Nuestro servicio trabaja 24 horas al día, todos los días del año. En el centro estamos presencialmente desde las 8.00 a las 20.00 horas pero estamos el resto del tiempo para cualquier incidencia”, explica Irene Martínez. Incidencias que son mucho más comunes de lo que pensamos. Eso de que un gatito se meta en un tubo o un perro caiga en una balsa, es algo común. Tienen rescates todos los días y son conscientes de la importancia de sus intervenciones.
Dos días de actuación
Muchos son los casos complicados en los que intervienen. “Nos llamaron hace poco para un caso muy difícil de un gato que se había metido en la tubería de una vivienda recién restaurada. Tuvimos que pedirle permiso para poder abrir la tubería, algo que nos dio porque estaba muy concienciado, y tardamos dos días en sacarlo gracias a la colaboración también de Aqualia que utilizaron una cámara de detección para localizarlo”, explica Antonio Urdiales, concejal de Sostenibilidad Ambiental.
Pero quizá el rescate más viral, en algunas ocasiones suben vídeos a sus redes sociales, ocurrió hace pocas semanas. Era de noche y una pareja que paseaba por El Toyo escuchó un maullido muy lejano y avisó a ‘los rescatadores’. “Era un gatillo que se había colado en un tubo de cuatro metros. Entre el equipo y algunos voluntarios, a las dos de la madrugada lograron sacarlo”. Y es que explica Irene que no es nada fácil conseguir que en estos casos extremos los animales colaboren: “tienen miedo y se esconden o se defienden. Los gatos pequeños tienden a esconderse en los coches y es muy difícil sacarlos. A veces les ponemos sonidos de una mamá gato para lograrlo, por ejemplo”.
Lo mismo que en muchas ocasiones los rescates llegan tras un accidente, a los gatos le gustan mucho las tuberías y los perros tienden a caer en balsas según la experiencia de nuestra ‘guardiana rescatadora’, otras veces este trabajo de superheroína le toca hacerlo para salvar a los animales de auténticos villanos.
“Tenemos ahora mismo en adopción en el centro a un mastín que creció en un terrado de unos 60 metros cuadrados. Un día recibimos una llamada denunciando que había un perro en el terrado en un cortijo que parecía abandonado. Cuando fuimos el sitio no tenía acceso más allá de una escalera que ponían externa para darle de comer. Los vecinos nos contaron que el perro llevaba allí años, que llegó de cachorro y nunca había bajado de allí, un sitio que no tenía ningún tipo de protección contra el sol o el agua. Tenía ya unos cuatro años”, explica Irene.
Cuenta uno de los miembros del equipo de Sostenibilidad que este perro, que llegó con una mirada triste y solitaria y se quedaba apartado en un rincón del centro, ahora ya juega con todos y que es un amor que busca hogar.

Cartel de la celebración de Almanimal
En muchos casos, la mayoría, estos animales que son rescatados no tienen chip, no tienen familia y buscan ahora un hogar menos transitorio del que tienen en el Centro de Protección y Adopción. El 31 de mayo y 1 de junio el Parque del Andarax acogerá ‘Almanimal’ y allí muchos de ellos seguirán buscando un rescate que le aleje de los villanos para siempre.