En el último lustro los vehículos de movilidad personal (VMP) se han convertido en toda una revolución en las ciudades. En las calles de Almería cada vez tienen más presencia los patinetes eléctricos, siendo la mejor opción para desplazarse al trabajo, a clase o moverse por el núcleo urbano sin depender del coche. Esto supone un evidente ahorro en combustible y reduce la contaminación, pero muchos usuarios de los VMP no respetan la normativa básica de circulación y su mal uso sigue generando polémica y malestar entre conductores y peatones. 

Una de las zonas de la capital en las que más se escenifica dicha problemática es en el Paseo Marítimo Carmen de Burgos, donde durante toda la pasada semana efectivos del Grupo Rápido de Intervención Policial (GRIP) la Policía Local de Almería estuvieron realizando exhaustivos controles a decenas de usuarios de patinetes eléctricos para poner fin a lo que muchos almerienses consideran un "descontrol".

En diferentes puntos de la ciudad

Ubicados durante varias horas cada día al final de calle San Miguel, en la entrada al Paseo Marítimo desde Las Almadrabillas, los agentes pararon a varias decenas de VMP, revisando que estuviesen homologados para la circulación teniendo en cuenta la limitación de velocidad permitida: 25 kilómetros por hora. 

En algunos casos tuvieron que requisar varios patinetes eléctricos al comprobar que llegaban a alcanzar hasta cerca de los 60 km/h y carecer de la autorización correspondiente, por lo que fue necesario movilizar a una grúa para llevarlos al depósito, donde quedarán a la espera de que sus propietarios vayan a recogerlos y gestionar la instalación de un limitador de velocidad.   

Desde el 26 de marzo al 6 de abril, el GRIP ha sancionado en la capital a un total de 72 VMP, una media de seis sanciones diarias, con 13 patinetes retirados. Los controles, además del Paseo Marítimo, se han hecho en Calle Pósito, La Rambla, El Puche o Carretera de Ronda. Los usuarios sancionados tendrán que hacer frente a multas, de hasta 300 euros, por llevar auriculares puestos, saltarse un semáforo o transportar a más gente de lo debido en el patinete, entre otros motivos. 

   

Con el objetivo de concienciar para que se haga un buen uso de los patinetes eléctricos en la capital y poner cerco a todos aquellos que no respetan las normas vigentes, este operativo de la Policía Local se centró, tras estar las dos semanas anteriores en otros puntos de la ciudad, en una de las zonas más concurridas de VMP y durante el desarrollo de los controles se produjeron varias incidencias destacables. El pasado jueves un usuario no hizo caso a las indicaciones de los agentes y trató de saltarse el control, pero su huida no fue fructífera y acabó siendo esposado por la Policía Local. 

Reglamento

Cabe recordar que, según el Reglamento General de Vehículos, los VMP son vehículos de una o más ruedas dotados de una única plaza (aunque en algunos llegan a ir varias personas) y propulsados únicamente por motores eléctricos que pueden proporcionar al vehículo una velocidad máxima por diseño comprendida entre los 6 y 25 kilómetros por hora.

En cuanto a la normativa actual, no pueden circular por las aceras y tienen prohibida su circulación en vías interurbanas, travesias, autopistas, autovías o túneles urbanos. Además, están sometidos a las mismas tasas de máximas de alcohol permitidas por la Ley de Seguridad Vial.

En este sentido, desde que los patinetes eléctricos han tomado la ciudad de Almería, se contabilizan más de medio millar de denuncias al año por incumplimiento de la normativa básica de circulación establecida por la Dirección General de Tráfico (DGT).