La Voz de Almeria

Almería

El brutal mensaje de una exposición en la ciudad de Almería

Se trata de una muestra fotográfica nacida de un libro y que utiliza el arte como terapia

Panorámica de la exposición 'Miradas Rotas', en la sede de Canal Sur Almería.

Panorámica de la exposición 'Miradas Rotas', en la sede de Canal Sur Almería.La Voz

Elena Ortuño
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Una figura femenina surge entre la oscuridad y proyecta una sombra sobre un fondo negro. La mujer, de cuyo cuerpo parecen brotar ojos indiscretos y bocas maliciosas, transmite la sensación de avanzar hacia el punto en el que el espectador la observa. Ella tiene sus propios ojos cerrados; no así los ajenos, que desde sus muslos y cuello la miran, juzgándola. Se trata de la primera obra de 'Miradas Rotas', una exposición de Amparo Castillo que el pasado diciembre abarrotó la sede de Canal Sur Almería con personas tan importantes en el mundo de la fotografía como Ilan Wolf, José Manuel Falces o Javier Pérez.

'Miradas Rotas' es la manera de Amparo Castillo de narrar su experiencia con los trastornos de alimentación. En forma de libro primero y de exposición fotográfica después, la autora se desnuda ante el espectador: "Con la exposición se explora el maltrato al cuerpo de diversas formas. Entre estas se encuentra la comida, pero no es la única. Hay muchas herramientas para hacernos daño y los trastornos de alimentación son, en este caso, la herramienta que inspiró 'Miradas'", relata Castillo.

El salto del papel a las paredes de una sala de exposiciones fue gracias a una invitación sincera del medio de comunicación andaluz y de los comentarios que le habían llegado a la autora de aquellos que habían leído su libro: "Al publicarlo, muchas personas que no han padecido nunca un TCA me dijeron que les había ayudado mucho. A mí me sorprendió y decidí enfocar la exposición más allá de la comida. Me di cuenta de que el maltrato al final es una forma de dar respuesta a las expectativas de la sociedad en la que vivimos".

Sombras y espejos

Después de un largo proceso de sanación en el que la almeriense pasó por muchas fases para superar su trastorno, a Amparo le llegaron dos imágenes a la cabeza: "En ese momento me dije: 'lo he visto'. Después de estar bien y de muchísimo tiempo de recuperación, después de haber hecho un trabajo muy intenso, entendí el porqué de todo", recuerda emocionada ante la incógnita de cómo llegó a su peculiar entendimiento de la enfermedad.

Y es que esa figura femenina de la que se hablaba al inicio de este reportaje es la fotografía que abre la primera parte de la exposición -dividida en tres-. En esta primera parte y bajo el título de 'Raíces', la autora juega con una dualidad: "La primera sección trata sobre el origen del maltrato al cuerpo. Mi manera de contarlo es a través de una historia de sombras y espejos, donde la comida o aquella herramienta que utilizamos para maltratarnos es simplemente una forma de esconder el problema que hay detrás", explica la autora.

"Es un tema de sombras porque vemos en nosotros los que otros piensan, llegando así a desconectar de nosotros mismos. Hablo también de espejos porque esa necesidad de cumplir las expectativas de los demás llega en un momento que queremos ser perfectos a través de nuestro cuerpo", reconoce la autora, para después añadir que "es como si el continente, que es el cuerpo, abarcara todas las partes de la persona, cuando no es así. Ahí es cuando empezamos a maltratarnos físicamente hasta perder el control. El espejo se rompe y el cuerpo se convierte en víctima". Es la conclusión a la que ha llegado después de tantos años de terapia.

El momento en el que el cuerpo se rompe se refleja muy bien en otra de las fotografías de 'Raíces', una imagen que gracias a Juan José Plaza, pareja de Amparo, se expuso de una manera muy distinta a la que el público acostumbra: "Yo trabajo en un laboratorio de impresión fotográfica, así que pude, en base a las ideas que ella tenía, ir proponiendo alternativas y encajes", explica Plaza.

La fotografía en cuestión está impresa en cuatro espejitos rotos. En esta, se ve un cuerpo desnudo con un agujero en el pecho, como si alguien hubiese disparado al cristal y este se hubiese roto, abriendo una herida al cuerpo atrapado en él. "Utilizamos sangre real. Trabajamos con dos litros cedidos por un amigo carnicero", afirma Juanjo, quien reconoce que "fue una movida".

Introspección

'Miradas rotas' no es una exposición convencional. Amparo y Juanjo jugaron con los tamaños, la colocación, el montaje y el significado de las fotografía. El resultado es una experiencia sobrecogedora en la que la fusión de palabras e imágenes guían al espectador durante el recorrido: "La foto es lo que nos hace sentir, nos llega a un lugar distinto a la consciencia. La palabra llega donde la imagen no llega y la imagen donde no llega la palabra. Es una fusión perfecta", confirma Amparo.

La segunda parte de la exposición recibe el nombre de 'Dentro'. Es un recorrido emocional en profundidad que refleja todo el proceso hasta llegar a la reconstrucción de uno mismo. Según la autora, en esta fase se proyectan temas como la polaridad, la necesidad de hacernos daño para sentir, el miedo a la vida y a los sentimientos...: "En esta fase uno empieza a ser consciente de uno mismo, de caras nuestras que no conocíamos y a las que tienes que poner luz para poder llegar a reconstruirte y ser capaz de volver a la vida", explica la autora.

La almeriense señala el miedo que se siente al intentar dar el paso para salir de ese maltrato corporal: "Evidentemente lo primero es ser consciente, pero luego hay que dar un paso que a veces es como un salto al vacío. Atreverse a dejarlo atrás es muy complicado porque no sabes a dónde vas". Es en este punto en el que la autora sitúa el parto con dolor; una serie de fotografías en las que aparecen cristales saliendo del cuerpo de una mujer. A través de esta metáfora, Castillo transmite lo mucho que duele sacar todo fuera: "Una vez sale, ya estás preparada para empezar de nuevo".

La liberación

La última fase recibe el nombre de 'Alas' y, como explica la autora, consiste en atreverse a sentir para volver a vivir. A diferencia del resto de fotografías, que se han hecho en el interior de un estudio, estas son al aire libre. "Es el momento en el que aceptas que no puedes controlar la vida, sino que, aunque podemos ir guiándola, no siempre es como queremos", transmite Amparo, llena de esperanza.

Conforme el espectador se va acercando a las últimas fotografías expuestas, la menstruación está cada vez más presente. La razón es sencilla para Amparo: "La enfermedad conlleva perder la regla. Hay ahí un conflicto de ti con la mujer que eres. En mi caso, la menstruación no fue un sufrimiento como para muchas mujeres. Para mí la menstruación fue una conquista", revela con seguridad. Así, esas fotos no reflejan dolor, sino la fuerza de estar bien: "Cuando te vuelve la regla es porque estás sana y viva".

Para Amparo, sacar todo aquello que tanto marcó su vida y convertirlo en un libro primero y en una exposición después fue un logro para el que tuvo que sudar, temblar y sufrir mucho: "Me costó muchísimo porque mi situación solo la conocía mi entorno más cercano. Ahora iba a sacar todo a la luz", afirma. Hoy, orgullosa de lo que ha conseguido y segura de sí misma, no se arrepiente. "Aunque la exposición en Canal Sur ya ha terminado, nos gustaría seguir exponiéndola en otros lugares. Algunos ayuntamientos ya nos han ofrecido su apoyo", concluye feliz.

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