La Voz de Almeria

Almería

Una empresa de gimnasios pierde en los tribunales ante el creador de una App

Tras su salida el producto continuó comercializándose, pero cesaron las comisiones

Imagen de archivo de una mujer entrenando en un gimnasio.

Imagen de archivo de una mujer entrenando en un gimnasio.La Voz

Víctor Navarro
Publicado por

Creado:

Actualizado:

Dos veces han intentado ganar el pulso judicial, y dos veces han perdido. Una empresa de gestión software de gimnasios de Almería y un creador de Apps llevan años enfrentados en los tribunales por un módulo de gamificación que prometía revolucionar el sector. Él considera que la compañía le debe al menos medio millón de euros en comisiones tras despedirlo y seguir comercializando su creación, aunque realmente no sabe la cifra exacta. Esta es su historia

En 2013, un emprendedor de Huesca tuvo una idea: transformar el gimnasio en algo más que un lugar donde la motivación y la voluntad del usuario luchan por mantener la constancia. Su objetivo era hacer de cada visita una experiencia atractiva a través de recompensas. Tras realizar varios estudios de mercado y analizar el sector, creó GymCommunity, un sistema basado en la obtención de puntos y recompensas diseñado para que tanto los clientes como los gimnasios que utilizaran esta tecnología obtuvieran beneficios de las actividades de los usuarios.

Todo parecía estar bien estructurado: los clientes podían acumular puntos por sus entradas y salidas al gimnasio, por el uso de las instalaciones e incluso por recomendar el gimnasio a amigos, fomentando que entrenar en compañía fuera más ameno. Además, los empleados también se beneficiaban, ya que las felicitaciones de los clientes por su trabajo generaban puntos tanto para ellos como para los usuarios.

La acumulación de estos puntos daba acceso a recompensas: quizá no eran la panacea, pero ofrecían pequeños lujos que hacían el entrenamiento más llevadero y agradable, como descuentos, botellas de agua u otros incentivos. Todo quedaba a la imaginación de quienes decidieran implementar esta tecnología en sus centros deportivos. Recompensas que fidelizaban a los usuarios, motivan a los empleados y mantienen el flujo de clientes del gimnasio, parecía un gran proyecto, así que Fernando Porta se lanzó a su comercialización tras desarrollar el sistema.

Salida del creador y cese de las comisiones

Después de tres años de prueba y error y comprobar cómo respondía su módulo de puntos y recompensas, este empresario tuvo que tomar una decisión: explotar el producto en solitario o asociarse con empresas de software para integrar su sistema en las herramientas de gestión de gimnasios que estas ya comercializaban. Fernando Porta tomó la segunda y fue así como se mudó a Almería para empezara  trabajar sobre sus centros deportivos.

Tras aliarse con una empresa de software que utilizan gimnasios de 25 países así como importantes centros deportivos de la capital, Fernando explica que llegaron a un acuerdo para que esta compañía pudiera acceder al know-how de GymCommunity. Este conocimiento era fundamental para desarrollar y comercializar, en exclusiva, un nuevo módulo de gamificación automatizado para socios y empleados, que se integraría dentro del software de la empresa almeriense.

Bautizaron este módulo con un nombre provisional y todas las partes firmaron un contrato explotación del producto, por el que el creador del sistema cobraría comisiones según ventas. En estos términos, en el año 2017 esta tecnología de puntos-recompensa sale a la palestra, dando muestras en poco tiempo de grandes resultados económicos para todos, llegando a alcanzar un incremento de clientes del 344% y un 697% en cuanto a facturación. El acuerdo entre ambas partes funcionó bien hasta que la empresa intentó, en dos ocasiones comprar el producto de GymCommunity. Sin embargo, la negativa del empresario oscense a vender desembocó en su despido del empresario de la compañía en la que en ese momento era director general. Esto dio inicio a una batalla judicial, motivada por la continuidad en la comercialización del producto tras la salida de su creador y el cese del pago de las comisiones generadas por los beneficios del módulo.

Las sentencias

Fernando Porta, que se había mudado a Almería, motivado por el interés que había suscitado su startup, se veía ahora sin mucho que hacer en la capital salvo pelear los beneficios generados por el módulo que él diseñó. El litigio entre el emprendedor y la empresa se saldó por dos veces en los tribunales madrileños. El Juzgado de 1ª Instancia nº44 de Madrid emitía en su sentencia del 1/02/2023 a la que ha tenido acceso LA VOZ condenaba a la empresa demandad a “justificar debidamente el importe de las liquidaciones efectuadas por la comercialización del módulo y el uso por par de sus clientes” y también al pago de las comisiones correspondientes según el contrato. Según Porta, tras su despido perdió acceso a la información sobre los ingresos generados por la aplicación, lo que le impidió emitir las facturas necesarias para cobrar las comisiones acordadas. La corte madrileña falló a favor del oscense  obligando a la empresa a otorgar los documentos requeridos por el denunciante.

Este litigio se alargó un año más, después de que la empresa elevara un recurso a la Audiencia Provincial de Madrid. Tras juzgar el caso, el tribunal emitió otra sentencia a la que también ha accedido LA VOZ desestimando el recurso de apelación. Tras seis años de litigios, y aunque el caso aún no está cerrado y podría llegar al Tribunal Supremo, este empresario siente alivio por haber llegado hasta este punto. Como él mismo confiesa: "He dedicado tiempo, esfuerzo y energía, lo que ha tenido un impacto en mi vida personal y familiar'. Además, señala: “Nunca imaginé que este proceso sería tan largo ni que habría tanta opacidad. No sé qué ingresos han generado en todo este tiempo, pero sé que han seguido vendiendo el producto”. Según sus estimaciones, la deuda acumulada “en concepto de comisiones podría superar los 500.000 euros."

tracking