La delantera del Almería que viajó desde Polonia con unas botas de fútbol usadas

Liubov Kryvolap, Ucrania 2008, es uno de los fichajes estrellas del UDA femenino esta temporada. Tras huir de la guerra en su país, ha encontrado en Almería un nuevo hogar y una oportunidad para ser futbolista. Como delantera del equipo femenino de fútbol UDA, Liubov ha demostrado una notable capacidad para superar adversidades y destacar en el deporte. Su meta marcar 15 goles esta temporada y llevar a su equipo a segunda división.

¿Cuándo dejaste Ucrania?

En abril hará tres años, la verdad es que fue un viaje muy difícil. Todo comenzó cuando mi madre, influenciada por una amiga que ayudaba a ucranianos, decidió que debíamos irnos. La situación en Kiev era peligrosa, con bombardeos y aviones de combate.

¿Cómo fue esa primera etapa del viaje?

Salimos solo con lo necesario en una mochila. Mi madre, mi hermano de 17años, mi hermana de dos años y yo tomamos un tren nocturno sin luces para refugiarnos en una zona más segura de Ucrania. No podíamos llevar muchas cosas, era un tren para gente que huía por su vida. En mitad del trayecto el tren se detuvo, me asomé y todo a nuestro alrededor estaba en llamas. El maquinistas nos dijo que sabía si los soldados nos iban a dejar pasar, el silencio era tan grande del miedo que ni los perros ladraron.

¿Qué sucedió después de llegar a esa parte de Ucrania?

Desde allí nos dirigimos a la frontera con Rumanía. Pasamos unas horas esperando a que revisaran nuestra documentación. Luego, una mujer rumana nos recibió en su casa por unos días antes de continuar hacia Polonia.

¿Cómo fue la experiencia en Polonia?

En Polonia, nos alojaron en el gimnasio de un instituto junto a otros refugiados. Aunque no era cómodo, los voluntarios nos dieron ropa y comida. Allí encontré unas botas de fútbol sala, lo que me alegró mucho, pues me recordaban mi pasión por el fútbol. Utilicé esas botas para la primera prueba de fútbol que hice en Almería.

¿Cómo llegaron a España?

Desde Polonia, unos voluntarios españoles nos llevaron en coche hasta Madrid. Luego tomamos un tren hacia Almería, donde una amiga de mi madre nos acogió. Fuimos a la policía para hacer la documentación directamente, ni nos habíamos duchado. Salgo con un pelo y una cara en la foto del pasaporte fatal. Después Cruz Roja nos alojó en un hotel por unas semanas hasta que encontramos vivienda y vino también la pareja de mi madre.

¿Cuándo empezaste a jugar al fútbol en Almería?

Empecé a buscar equipos rápidamente, pero primero tuve que esperar a tener una vivienda para poder hacer la ficha del equipo porque vivíamos en un alojamiento de Cruz Roja. El día que me hicieron la ficha, yo no paraba de llorar de alegría.

Gracias a mi tío, me enteré de la Escuela de Fútbol de Almería (EDA) y fui a una prueba. Llegué tarde al entrenamiento porque me había equivocado de dirección y había ido a entrenar con las jugadoras profesionales, desde allí me dijeron que tenía que ir al estadio Rafael Andújar y corrí un montón hasta llegar. Solo puede jugar los últimos 10 minutos y anoté. Los entrenadores trataban de decirme en inglés y español que lo había hecho muy bien, pero yo no me enteraba de nada.

¿Cómo fue esa primera experiencia jugando aquí?

Al principio fue complicado porque no podía comunicarme bien. Sin embargo, con el apoyo de los entrenadores y mi familia, logre adaptarme. Los entrenadores Rocío Muñoz y Miguel Compán fueron muy comprensivos y me ayudaron mucho, entrenaba cada día para mejorar aunque estuviera muy cansada. No me dijeron nada pero el EDA me pagó el año en el club y la equipación.

¿Cuál fue tu primer logro con el EDA?

Mi primer gran momento fue cuando jugué contra Cantoria y marqué cuatro goles. Ese partido fue una demostración de que, a pesar de todas las dificultades, podía destacar y ayudar a mi equipo.

¿Cómo equilibras el fútbol y tus estudios?

Fue desafiante, especialmente al principio cuando no dominaba el español. Estudiaba por las noches después de entrenar. Aprobé cuarto de la ESO con esfuerzo y ahora estudio peluquería como plan B.

¿Cuáles son tus metas futuras en el fútbol?

Mi objetivo es marcar 15 goles esta temporada y ayudar a mi equipo a subir a segunda división. Sueño con ser futbolista profesional y representar a Ucrania en la selección nacional.

¿Qué consejo le darías a otras niñas que quieren seguir tu camino?

Les diría que no se rindan, que trabajen duro y sean persistentes. Con esfuerzo y dedicación, pueden alcanzar sus sueños, como lo estoy haciendo yo. Estoy agradecida por las oportunidades que he tenido en Almería y por el apoyo de todos los que me han ayudado en este camino. Espero seguir creciendo y logrando mis sueños, aunque haya sido duro. Ahora mi objetivo es luchar por el UDA, el club es como una familia, una piña y siempre llevamos una de estas a los partidos.