Carta sobre Ambulancias Quevedo
El autor de este artículo es enfermero de Atención Primaria

Concentración en la entrada principal del Hospital Torrecárdenas.
Estimados señores:
Ruego me permitan la arrogancia de mandarles, con toda humildad, lo que considero de justicia y que debe ser conocido por la opinión pública almeriense.
Al Delegado de Salud recordarle la situación de la sanidad almeriense, que como la del conjunto de Andalucía está bastante saturada, con unas listas de espera enormes y con un personal sanitario desmotivado, cansado y abandonado por la Administración sanitaria andaluza (ya parece que nadie recuerda cuánto nos prometieron durante la pandemia: nos iban a resarcir de todos los agravios y nos colocarían en la media nacional y la realidad dista “años luz” de haberse concluido).
El personal está trabajando más que nunca y a partir del próximo día 1 de enero puede encontrarse de bruces con un conflicto de consecuencias inciertas, tanto para el personal sanitario como sobre todo para quien más importa: los pacientes.
El conflicto en cuestión es consecuencia de una incomprensible desidia de la Administración sanitaria: los Técnicos de Emergencias Sanitarias que desempeñan su labor en una empresa externa a la Administración no tienen reconocida la categoría profesional, a pesar de la obligación de poseer esa titulación.
Supongo que tiene que ver directamente con el abaratamiento de costes de la Administración a la hora de contratar a las empresas que licitan al concurso para cubrir el servicio de ambulancias de urgencias.
Por ello, le quisiera solicitar encarecidamente, que aunque se trate de un litigio entre la empresa ambulancias Quevedo y sus trabajadores, usted como principal actor político en materia sanitaria de la provincia, debe ejercer la labor de mediador y de justo equilibrio entre las dos partes. Además, considero – siempre humildemente – que debe posibilitar el reconocimiento de forma urgente de la categoría profesional para la que están capacitados y que la ejercen todos los días de forma extraordinaria todos los técnicos de Emergencias de Almería.
A D. Manuel Quevedo, quisiera decirle, que recordar los orígenes suele ser una forma adecuada de poner los pies en el suelo y no perder la perspectiva necesaria para afrontar el día a día.
D. Manuel parece ser que ha olvidado cuando conducía su ambulancia en unas condiciones muy diferentes a las que usted vive hoy en día: colmado de éxito y de abundancia económica. Pero recuerde que lo material es efímero y nunca produce tanta satisfacción como actuar por el bien general.
Sin duda, usted está en la potestad de organizar su empresa y el trabajo de sus trabajadores como mejor le convenga, pero no olvide que el bienestar de sus trabajadores es directamente proporcional a su bienestar. Y que el conflicto sólo produce llagas que difícilmente cicatrizan.
Ganarse el respeto El respeto no se otorga por beneficio económico, ni por estatus social; el respeto se gana a diario. Y permítame que le ofrezca un consejo: el respeto se gana respetando primero al de enfrente, y para ello uno debe empatizar con su situación, especialmente si el de enfrente es el débil que con su sudor te llena a diario el bolsillo.
Reciban un cordial saludo, al primero le solicito que interceda por los trabajadores del SAS y, tal como han hecho los altos cargos del Gobierno andaluz, nos equiparen a la media de los trabajadores sanitarios: que nos devuelvan a las pagas extras al 100%; que no nos regateen con la dispersión geográfica cada vez que nos movemos de centro de trabajo; que no amenacen a los eventuales con no pagarles puntualmente en el mes de enero; y que trabaje por conseguir la dignificación de los Técnicos de Emergencias Sanitarias y por consiguiente obligue a la empresa a no ser tan cicatero con ellos.
Al segundo le pido que trate a sus técnicos cual importantes son: son una pieza imprescindible en los servicios de Urgencias. Nuestro trabajo sin ellos está mermado. Los queremos bien tratados, tanto por usted como por el conjunto de la sociedad.
Todos los que nos debemos a la Sanidad Pública (y su empresa y usted también están comprometidos) debemos prestar siempre el mejor servicio.