La tercera ola del coronavirus, ya elevada a tsunami por las propias autoridades sanitarias, ha vuelto a dar este sábado un ‘inesperado’ coletazo en todos sus frentes también en la provincia de Almería, tanto en número de nuevos casos diagnosticados, como, lo que es mucho peor, en fallecidos, que han llegado a registros dramáticos esta semana, en el número de pacientes hospitalizados y también de aquellos que se encuentran en peor estado, que están ingresados en una unidad de cuidados intensivos.

La pérdida de vidas en la provincia, por mucho que sea una constante a lo largo de este mes de enero, no deja de ser la parte más triste y trágica de la pandemia y, lejos de reducirse, el número de muertes sigue aumentando en esta tercera oleada. Ayer fueron 12 los vecinos de la provincia que fallecieron a causa del covid.

Esta semana ha sido la peor de toda la pandemia, puesto que solo desde el lunes y hasta este sábado, en seis días, han muerto 65 personas en Almería, es decir casi 11 decesos diarios de media. Para contextualizar este dato, cabe mencionar que en los últimos meses de 2020, no era nada habitual que se superaran los 14 fallecidos semanales, algo que viene a reflejar bien a las claras que esta ola es, sin ninguna duda, la que peores efectos está provocando en todos los aspectos.

Otro de estos efectos es el constante aumento de la presión asistencial en los hospitales, que soportan  en la actualidad una situación crítica que sigue empeorando día tras día. Este sábado se han registrado otros 20 hospitalizados en la provincia, y dos en la UCI, y la cifra total de ingresados se empieza a alejar ya de los 400 que supusieron un nuevo récord hasta llegar a los 419, de los que 91 se encuentran en la UCI, que al igual que los hospitales están desbordadas en los centros de la provincia, por lo que han tenido que habilitarse otros espacios para que sean ocupados por camas de críticos.

Casi 1.000 casos

En cuanto a los nuevos contagios, en las últimas 24 se han detectado 914, muy cerca de nuevo, por tanto, del millar, a pesar de que desde inicios de semana parecía haberse empezado a producir un retroceso y los casos se habían estabilizado en torno a los 500 hasta el jueves. Sin embargo, ya el viernes subieron a 679 y ayer volvieron a ascender hasta los 914 mencionados.  Todo ello a pesar de que también las autoridades sanitarias hablaban ya de que esa bajada era un síntoma de que la tercera oleada estaba comenzando a ser doblegada, algo que ahora se antoja más que cuestionable.

Durante los seis días de la semana, hasta este sábado, los contagios confirmados en la provincia han sido 3.579, y en este mismo periodo de tiempo han sido hospitalizadas 247 personas, 33 de ellas en la UCI, y han superado la infección un total de 2.112 vecinos de Almería.

Con todo ello, el número total de casos confirmados en la provincia desde el inicio de la pandemia supera ya los 36.000, en concreto 36.189, mientras que los curados han sido 22.447. Esto supone que 13.311 casos permanecen activos, otro máximo en Almería.

El enésimo repunte del coronavirus en los dos últimos días es una mala noticia para los municipios de la provincia que esperan bajar su tasa de incidencia para salir de las nuevas restricciones impuestas por la Junta de Andalucía para luchar contra la pandemia.  Y es que un total de 64 pueblos almerienses deben mantener desde las doce de esta noche el cierre perimetral, al contar con más de 500 casos de coronavirus por 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

Además, 46 de ellas se ven obligadas también al cierre de la hostelería y de la actividad no esencial, al situarse por encima de la tasa 1.000, tal y como ha establecido el Comité Territorial de Alerta de Salud Pública de Alto Impacto de Almería, que se reunió por última vez el pasado viernes. 

Entre estos últimos municipios se encuentra la capital, que el viernes seguía superando con creces esa incidencia, pues tenía entonces 1.299,4 contagios por 1.000 habitantes.