Un tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería condena a un varón de 46 años a una pena de 14 años de prisión por abusos sexuales continuados a su hija menor de edad. El procesado, representado por el letrado Julián Cazorla, aceptó las acusaciones antes de la celebración del juicio oral señalado para la mañana del lunes y, a cambio, se beneficia de una reducción de la condena.

El Ministerio Fiscal solicitó inicialmente sendas penas de 15 años de cárcel por un delito de agresión sexual continuado y 7 años y 8 meses por un delito de corrupción de menores por la elaboración de contenidos pornográficos. En cambio, tras la conformidad, el acusado es condenado a 7 años por un delito de abuso sexual con penetración y 7 años por la grabación de pornografía infantil, según fuentes jurídicas consultadas por LA VOZ DE ALMERÍA.

Los hechos se produjeron durante los meses centrales del año 2016, según la investigación en un municipio de la provincia de Almería. El escrito de acusación del fiscal relata episodios sexuales de extrema dureza sobre la víctima, una joven adolescente. Los agentes de la Guardia Civil y el propio tribunal adoptaron medidas adicionales de seguridad durante la mañana del lunes en el Palacio de Justicia de Almería para proteger a la víctima de cualquier contacto con el acusado o, en su defecto, de su entorno.

Libertad vigilada

El acusado tendrá que cumplir, además de la condena de cárcel, una medida de libertad vigilada durante un periodo de 20 años. El tribunal impone también el pago de una indemnización de 30.000 euros por los daños morales ocasionados a la víctima. Según el escrito de acusación, la investigación halló material pornográfico grabado por el acusado a su propia hija en dos teléfonos móviles  y una tarjeta SD externa. Los agentes encontraron vídeos y un archivo de audio.

La acusación subraya la existencia de “una actitud de rechazo” expresa por parte de la menor y de secuelas posteriores. “Presenta un trastorno adaptativo con ansiedad, siendo altamente propensa a ella por vergüenza, desprotección, culpa, mutismo y evitación”. Esto es, en los hechos existían la negativa de la adolescente y un daño evidente asociado a hechos traumáticos.

Reforma legal

La calificación inicial de la agresión sexual en el caso (artículos 178, 179 y 180 del Código Penal) suponía la pena más alta posible para este tipo penal: 15 años de cárcel por la aplicación de la agravante de parentesco. Ahora bien, la ‘reducción’ del suceso a un simple delito de abusos sexuales con penetración limita la pena máxima a diez años de cárcel. La conformidad deja el asunto en únicamente siete años de prisión, a los que suma los cargos por las grabaciones continuas de los episodios sexuales con la víctimal.

El Gobierno anunció el pasado verano trabajos para cambiar la ley y eliminar la polémica lectura sobre los abusos sexuales, largamente debatida tras la sentencia de La Manada en Pamplona (Navarra). La Sección de Derecho Penal de la Comisión General de Codificación, a petición del Gobierno, propone eliminar el término “abuso” e integrar estas conductas dentro de la calificación de “agresión sexual”. Cuando haya penetración se llamarán “violaciones”.
Además, sugiere endurecer las conductas que actualmente tienen penas más bajas y recoger como agresiones sexuales los episodios donde no exista un “sí” expreso.