Ya llegan las ‘Lagrimas de San Lorenzo’
Esta noche será en la que se registre mayor actividad, con entre 50 a 70 meteoros por hora

Cielo estrellado sobre la sierra de Los Filabres.
Fiel a su cita, la noche de las Perseidas o Lagrimas de Sam Lorenzo ya está aquí. El fenómeno astronómico más popular alcanza este año su pico de actividad las noches de hoy, sábado 12 y mañana, domingo 13.
Este año, sin embargo, a diferencia de los dos últimos, no será tan espectacular, ya que la Luna , que se encontrará en el 72%, emitirá demasiado brillo, impidiendo ver los meteoros más tenues. Así, será difícil ver las cien estrellas fugaces a la hora que habitualmente se distinguen, aunque se podrá disfrutar de entre 50 y 70 meteoros a la hora. No ha que olvidar que una de las ventajas de las Perseidas es que es una lluvia de estrellas muy rica en meteoros luminosos.
El mejor momento para observarla lluvia de estrallas de este año será entre la puesta del Sol y la salida de la luna. A partir de la medianoche la radiante (el punto del que parecen proceder las estrellas fugaces) estará por debajo del horizonte. Desde ese momento, la constelación de Perseo (el punto del que parecen venir las estrellas), estará por encima del horizonte. Habrá que mirar en dirección noreste para localizarla.
Todos los años, entre finales de julio y finales de agosto, la Tierra atraviesa en su trayectoria en torno al Sol la estela del cometa Swift-Tuttle, lo que provoca que multitud de partículas, denominadas meteoroides, choquen contra la atmósfera, lo que produce el destello conocido como estrella fugaz.
El fenómeno es conocido como Lágrimas de San Lorenzo por su proximidad con la festividad de este santo, el 10 de agosto, aunque las Perseidas toma su nombre de la constelación de Perseo, ya que por perspectiva, aparentan provenir de la dirección de dicha constelación.
La mayoría de los meteoroides desprendidos del Swift-Tuttle son tan pequeños como un grano de arena y cuando impactan contra la atmósfera terrestre a una velocidad de más de 210.000 kilómetros por hora -equivalente a recorrer nuestro país de norte a sur en menos de 20 segundos- se desintegran, produciendo un destello de luz que es la llamada estrella fugaz.