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El pueblo más pequeño de Andalucía está en Almería: el lugar más tranquilo en el que solo hay un bar

Con menos de 60 habitantes acapara la atención de viajeros y medios de comunicación

El pueblo más pequeño de Almería tiene menos de 60 habitantes.

El pueblo más pequeño de Almería tiene menos de 60 habitantes.Ángel Garrido

Miguel Antonio Rodríguez Cárdenas
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En plena Sierra de los Filabres, entre montañas y campos de almendros y olivos, se esconde el municipio más pequeño de toda Almería y, también, de Andalucía. Un lugar que cuenta con menos de 60 vecinos en su censo y que conserva intacta la esencia de un lugar detenido en el tiempo, donde la vida transcurre sin prisas y la tranquilidad se siente en todas sus calles.

Este diminuto pueblo almeriense destaca por su sencillez, pero, sobre todo, lo hace por preservar el encanto que lo convierte en un lugar único, con calles encaladas, casas de tejados rojizos y un silencio que tan solo se rompe con la conversación pausada de los apenas 60 vecinos que mantienen la lucha contra uno de los grandes males de nuestro siglo, la despoblación rural.

Se trata de Benitagla, un municipio que según el censo de 2024 apenas suma 59 habitantes y que, a pesar de su tamaño, no ha perdido el buen ambiente en sus calles. Más, desde que hace tan solo unos meses 'resucitará' el único bar del pueblo que es, a su vez, también la única tienda en la que pueden hacer la compra los benitaglenses.

Historia y raíces andalusíes

El origen de su nombre nos transporta a la época árabe, cuando “Beni” significaba “hijos de”. Su trazado urbano aún conserva esa herencia andalusí, con calles estrechas y casas blancas que parecen resistir al paso de los siglos. La Guerra de las Alpujarras (1568-1570) marcó su historia, dejando cicatrices en una población que tuvo que rehacerse tras la expulsión de los moriscos.

Aunque pequeño, este pueblo alberga rincones de gran interés: la Iglesia Parroquial dedicada a San Juan y a la Virgen de la Piedad, los restos del Castillico y el Mirador de las Eras, desde donde se divisan panorámicas espectaculares de la Sierra y del Santuario de Monteagud.

El corazón del pueblo: un bar-tienda

Hasta hace poco, era uno de los pocos municipios de España sin bares ni tiendas. Todo cambió con la apertura de Henko, un local que funciona al mismo tiempo como bar y como tienda de ultramarinos. Allí se compra lo básico, pero sobre todo se comparte tiempo en comunidad, recuperando una vida social que parecía dormida.

A unos 950 metros de altitud y a poco más de una hora de la capital, Benitagla ofrece un refugio de paz para quienes buscan desconectar del ruido urbano.

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