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Tres barrios se despiden de unos de sus vecinos más 'longevos': "Gracias por tanto" tras 40 años

Los jesuitas dejan de atender Piedras Redondas, Los Almendros y Araceli para centrarse en su labor con los migrantes en Níjar

Imagen de archivo de una celebración de los jesuitas en la iglesia parroquial de San Ignacio de Loyola, en Piedras Redondas.

Imagen de archivo de una celebración de los jesuitas en la iglesia parroquial de San Ignacio de Loyola, en Piedras Redondas.La Voz

Álvaro Hernández
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La noticia se dio a conocer a comienzos de año y ha llegado el momento de que se cumpla: los jesuitas dejan Almería capital tras 40 años de entrega absoluta y trabajo desinteresado en barrios vulnerables de la ciudad y, una vez acabado el curso pastoral, toca despedirse y dar las gracias.

Así, coincidiendo con la festividad de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, la comunidad jesuita de Almería ha hecho pública una carta de despedida y agradecimiento. En septiembre, las parroquias hasta ahora atendidas por los jesuitas pasarán a estar a cargo de la Diócesis de Almería (que ha nombrado ya párroco a Manuel Pozo Domene) y ellos pasarán a centrarse en su actual trabajo con el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) en San Isidro, Puebloblanco y, próximamente, en el centro de formación que gestionarán en el Seminario Menor. 

"Después de más de cuarenta años de presencia continua en las parroquias de San Ignacio de Loyola (Piedras Redondas), El Buen Pastor (Los Almendros) y Nuestra Señora de Araceli (Araceli), damos un paso importante: dejamos de atender directamente estas comunidades parroquiales, tan queridas y significativas en nuestro caminar apostólico", confirman a través de su carta los jesuitas almerienses.

"Queremos, ante todo, dar gracias a Dios y a tantas personas concretas. Gracias por los vínculos forjados, por la vida compartida, por la confianza recibida. Gracias por los pasos dados juntos, por las luchas compartidas y las esperanzas tejidas en medio de contextos no siempre fáciles, pero siempre llenos de dignidad", agradecen los jesuitas. 

No dejan abandonados a los barrios de Piedras Redondas, Los Almendros y Araceli. De hecho, en su carta afirman que cierran esta etapa "con una profunda confianza en la madurez de las comunidades cristianas de estos barrios. Nos sentimos orgullosos de haber caminado junto a ellas y vemos con alegría cómo laicas, laicos y religiosas siguen sosteniendo y animando la vida pastoral, con generosidad y fidelidad. Estamos seguros de que acogerán con cariño, en espíritu sinodal, al nuevo párroco. Es tiempo de relevo, de aliento mutuo, de ánimo compartido en la misma misión".

También agradecen especialmente el papel fundamental de las religiosas. "Las Hijas de Jesús, en Piedras Redondas, llevan más de 50 años sosteniendo con dedicación el Colegio Virgen de la Paz, una verdadera referencia en el barrio. Y las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, presencia evangélica incansable en Los Almendros, también desde hace más de cinco décadas, siguen bajando a la calle para acompañar, servir y encarnar el rostro cercano de la Iglesia", reconocen los jesuitas.

No obstante, más allá de mirar atrás para agradecer, la comunidad de jesuitas de Almería tienen claro algo marcado por las Constituciones de la Compañía de Jesús: "Nos sentimos llamados a estar siempre disponibles para «discurrir por unas partes y otras», allí donde podamos ejercer un mayor servicio". 

Recuerdan, además, que no abandonan la diócesis de Almería: "Nos desplazamos a otra periferia, a la comarca de Níjar, desde donde queremos seguir acompañando a quienes más lo necesiten, siempre en diálogo y comunión con la Iglesia que nos acoge y nos envía. Nos vamos con la certeza de que todo lo vivido ha sido gracia. Y con el deseo sincero de seguir sirviendo en el mismo Espíritu del Evangelio", se despiden los jesuitas. 

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