Echar una foto sin cámara y con una lata: el estilo de las fotolateras llega a Almería
El Centro Andaluz de la Fotografía (CAF) acoge una serie de actividades relacionadas con la fotografía estenopeica

Las fotolateras Lola Barcia y Marinela Forcadell con sus 'cámaras'.
¿Se imagina tomar una fotografía del Cable Inglés al atardecer sin cámara? ¿Sin, siquiera, un teléfono móvil? Tan solo usted, la puesta de sol y una lata con un pequeño orificio por el que entra la luz.
Esto es lo que hacen Lola Barcia y Marinela Forcadell, las 'fotolateras' -como ellas mismas insisten en llamarse- que este fin de semana visitarán la ciudad de Almería para trasladar sus conocimientos a todos aquellos que deseen empaparse de su arte y de un estilo de vida peculiar.
Oriundas de Valencia y Castellón respectivamente, llevan 17 años recorriendo el globo con un objetivo común: 'enlatar' el mundo a través de sus cámaras estenopeicas, elaboradas con latas metálicas. Fotografías de Tokyo, Pekín, Nueva York, Ciudad de México y un sinfín de ciudades españolas y europeas son la base de un curioso proyecto -bautizado como 'Ciudades Enlatadas'- que ya ha logrado protagonizar destacadas exposiciones en la Galería Nacional de Jordania, en el Instituto Cervantes de Tokio o en Espai d'art contemporani de Castellón.

Con un pequeño agujero de 0,4 milímetros y un poquito de lo que a ellas mismas les gusta nombrar como "magia", obligan a la luz a entrar por el orificio, en cuyo interior solo hay oscuridad total: la imagen se forma dentro de la cámara y se revela en papel fotosensible con la ayuda de un laboratorio portátil que llevan siempre consigo.
Filosofía de la imagen y del tiempo
Su forma de fotografiar es pausada y hecha con mimo: los tiempos de exposición pueden variar desde un minuto a quince, según lo cubierto que se encuentre el cielo en ese momento. Su arte reivindica el valor de la lentitud y el proceso artesanal en contraposición a la inmediatez digital. Así, como los pucheros hechos a fuego lento, las imágenes de las fotolateras cautivan a todo aquel que se cruza con ellas. ¿La razón? Una estética que invita al observador a embarcarse en un viaje en pretérito.
Artesanas de sus propias cámaras, el dúo impartirá este 7 y 8 de junio por la mañana una serie de talleres para aprender a hacer fotos con una lata en el Centro Andaluz de Fotografía (CAF).
El viaje radical de las fotolateras
Lola y Marinela han recorrido prácticamente los cinco continentes en busca de una estampa que fotografiar. Para ellas, el viaje no es solo destino. También es proceso, espera, sorpresa y, sobre todo, aventura. Revelan las imágenes en los baños de los hoteles, convertidos en laboratorios improvisados; a veces, cuando los cuartos de baño tienen ventanas, recurren a los armarios de las habitaciones en las que se hospedan: "Basta con que haya oscuridad total en su interior".

Laboratorio portátil de revelado, montado en un cuarto de baño como cuarto oscuro.
El reto de volar de un país a otro tampoco se queda corto: "Llevamos unas 40 o 45 cámaras metálicas en una maleta, además de líquidos de revelado, cubetas, luz roja... en los aeropuertos nos abren el equipaje, nos hacen pasar por el control de droga, nos preguntan", cuentan ambas compañeras entre risas, para después reconocer que "es una adrenalina que engancha".
Una vez en su destino, callejean, pasean... Trabajan acostumbradas a que los transeúntes se les queden mirando y que algún que otro curioso se les acerque a preguntar: "Intentamos captar una imagen que defina la ciudad. Y muchas veces no es el monumento, sino callejearla".