La Voz de Almeria

Cultura

Adiós a Ernesto Pedalino, el artista argentino que encontró en Carboneras su lugar en el mundo

Triunfó en la publicidad en Madrid, diseñó la cabecera de ‘Cambio 16’ y se instaló en la localidad almeriense hace dos décadas 

El artista Ernesto Pedalino.

El artista Ernesto Pedalino.Mario Sanz

Evaristo Martínez
Publicado por

Creado:

Actualizado:

Nació en Mar del Plata en 1940, se trasladó a Madrid con apenas 25 años para triunfar en la publicidad y hace dos décadas se estableció en Carboneras, donde encontró su lugar en el mundo. Allí se desarrolló como artista, se implicó en la vida cultural almeriense y, sobre todo, tejió una valiosa red de amigos que hoy lloran su marcha. Ernesto Pedalino falleció el pasado viernes 9 de mayo a los 84 años de edad. Su corazón comenzó a pararse días antes, mientras disfrutaba de una de sus grandes pasiones: el golf.

“Se nos ha ido un buen hombre que amaba a su mujer, Dorita; a su hija, Gabriela; y a su nieta, Olivia. Adoraba a su familia y a sus amigos. Era un excelente anfitrión, un genial cocinero y un artista excepcional, excéntrico y muy divertido. Además, fue un golfista empedernido hasta su último día”, recuerda en declaraciones a LA VOZ la escritora, poeta y profesora María Ángeles Lonardi, compatriota y amiga de su círculo más íntimo.

También encontró en él un cómplice de aventuras culturales Mario Sanz Cruz, el farero de Mesa Roldán, “Ernesto y yo hemos trabajado, hemos creado, hemos discutido, hemos disfrutado, hemos vivido muchas experiencias juntos y ahora se va dejando un gran vacío. Los amigos que desaparecen dejan espacios, huecos de ausencias que convierten mi vida en una especie de esponja. Cada año soy más débil, menos compacto; pero más poroso, más permeable, menos rígido, más tierno. Los huecos dejan pasar el viento, el mundo, el tiempo”, expresa a este periódico.

Innovador y creativo

Tras formarse en la Escuela de Arte Raggio de Buenos Aires, Ernesto Pedalino llegó a Madrid en 1965. En la capital trabajó como publicista y artista gráfico para distintas agencias y plasmó su sello en el semanario ‘Cambio 16’, de gran éxito durante el tardofranquismo: fue el autor de la característica mancheta, con ese 16 fundido con las dos últimas letras de la palabra ‘cambio’, y además diagramó la revista.

Más tarde, abrió su propia agencia de publicidad y, a lo largo de su trayectoria, ganó prestigiosos premios de diseño gráfico en prensa, como el Ampe de Oro en España (1980 y 1982) y el Rizzoli en Italia (1985).

Pedalino se instaló en Carboneras en 2004 junto a su esposa, Dora Revinsky. Habían contraído matrimonio en Gibraltar y compartieron más de 57 años de vida juntos. “Nada más llegar, contactaron con la Asociación Levantisca”, recuerda Sanz. “Allí fueron conociendo el ambiente cultural del pueblo, conectando, entre otros amigos, con Vidal Hurtado y conmigo. Enseguida se integraron y fueron partícipes de numerosos proyectos y actividades”, continúa.

El artista Ernesto Pedalino, durante la celebración de su 84 cumpleaños.

El artista Ernesto Pedalino, durante la celebración de su 84 cumpleaños.María Ángeles Lonardi.

Junto a otros artistas y amigos, crearon la galería Destellos-Artefacto, pequeño local que se llenó “de arte y de vida” y que fue el germen de varios proyectos. Formaron asimismo equipo editorial: Sanz firmaba los textos y Pedalino diseñaba y maquetaba los libros, lo que cristalizó en publicaciones como ‘Calas de Almería’, ‘Voces de Carboneras’, ‘El libro del Bicentenario’, ‘Quiero comerme el mundo’ y ‘Lo demás es oscuridad’, coordinado también por la añorada Pilar Quirosa-Cheyrouze, donde la creatividad del argentino “es evidente en cada página”.

En 1999 comenzó a extrapolar a la pintura su amplia experiencia como grafista, buscando nuevas técnicas: con hollín, con betún, con barro, con arcilla, con telas... “Era innovador, muy trabajador, minucioso y creativo. Vivió en una constante lucha por dominar la técnica”, señala Lonardi.

Como artista, Pedalino expuso tanto en España como el extranjero. En Almería, mostró sus obras en prestigiosos espacios de la capital, Roquetas, Níjar y de su querida tierra de acogida. “Dejó su huella en las paredes de las casas de los mineros de Rodalquilar y en los cubos del espigón del puerto de Carboneras”, añade Mario Sanz sobre el legado que deja a más de 10.000 kilómetros del lugar donde nació.

“Vivió tratando de buscar la belleza”

“Fue una persona que vivió tratando de buscar la belleza y el arte, alguien muy comprometido y un luchador increíble”, destaca María Ángeles Lonardi sobre la figura de su amigo. Pedalino también dejó su impronta en actividades y colectivos como Cactus-Níjar, para los que diseñó su logo y camisetas, y Rodalquilarte. También colaboró con la asociación Amigos del Faro de Mesa Roldán que el próximo 16 de agosto le homenajearán “como se merece”: con una retrospectiva de su obra en el mismo faro, adelanta Sanz.
tracking