Rosana Pérez García no se dedica profesionalmente a la escritura. Es trabajadora social y, sin embargo, o quizás precisamente por ello, su libro 'Viaje de ida y vuelta: Destino Tierra' ha brotado de ese mismo lugar desde donde acompaña, escucha y observa las heridas del mundo. "Trabajo con personas muy vulnerables, en situaciones desgarradoras. Eso te lleva inevitablemente a reflexionar sobre lo esencial, sobre las emociones, sobre cómo nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos", cuenta.

De esa necesidad de pensar y sentir con profundidad nace su primer libro, editado con Círculo Rojo; una editorial almeriense con la que Rosana, desde Valencia, no tenía ningún vínculo previo. "Simplemente me gustó. Había leído un par de libros suyos y sentí que me podía lanzar con ellos. No tenía intención de hacer carrera como escritora ni de ganar dinero. Era algo que necesitaba hacer por mí".

Laura, una protagonista ficticia

Aunque la historia la protagoniza Laura, una voz de ficción que reflexiona a través de un diario íntimo sobre temas tan universales como la muerte, los medios de comunicación, la espiritualidad o la desconexión social, Rosana no esconde que hay mucho de sí misma en esas páginas: "No es autobiográfico, pero sí muy personal. Laura no soy yo, pero en sus pensamientos hay ideas que comparto completamente".

El libro se estructura en catorce capítulos cortos, directos, cada uno dedicado a un aspecto de la existencia. La autora no se detiene a justificar ni a argumentar en exceso; prefiere dejar caer las ideas como bombas: "Lanzo una frase, una reflexión, y dejo que el lector se detone solo. No pretendo dar respuestas, sino provocar preguntas".

El humor como salvavidas

En un texto que toca lo místico, lo espiritual y lo filosófico, Rosana juega con el humor para reducir el peso de los temas que aborda: "Cuando hablas de cosas tan densas, corres el riesgo de que todo parezca demasiado serio o incluso aburrido. Creo que el mejor lenguaje para llegar a la gente es el humor. Es mi forma de aligerar sin restar profundidad".

Por eso, recomienda acercarse al libro con una mente abierta y sin prejuicios. "Antes de la introducción, incluyo una nota que dice: 'Lee entre líneas, con sentido del humor y sin expectativas'. Porque la gracia está en dejarse sorprender, en permitir que algo te remueva sin necesidad de estar de acuerdo con todo".

Un espejo para quien se atreva

'Viaje de ida y vuelta: Destino Tierra' no busca complacer. Tampoco adoctrinar. Invita. Provoca. Se cuela entre las fisuras de lo cotidiano y propone, como dice Rosana, "un pequeño llamado a la conciencia individual, porque estamos viviendo un momento de mucha urgencia social, de mucha artificialidad, de desconexión entre personas y con uno mismo".

Y aunque ella no se considera escritora de profesión, el eco que empieza a recibir de los primeros lectores le dice que ha logrado lo que se propuso. "Cada persona se queda con una cosa distinta. Eso me encanta. No quería un libro para que todos pensaran lo mismo, sino para que cada uno pensara por su cuenta", explica.

Con humor, con profundidad, con ternura y con valentía, Rosana García Pérez ha escrito un libro que, como la vida, no tiene un solo sentido. Y en ese viaje sin mapas, todo lector está invitado a embarcar.